jueves, 21 de agosto de 2008

LOS DESACIERTOS POLITICOS DE SIEMPRE

Lima, 21 Agosto 2008.- Con los sucesos ocurridos en el interior del país donde ya muchos le dice ¡No! a Alan García, ahora más de uno se pone a pensar que pasará en Lima con la anunciada alza de pasajes urbanos que se unirán al alza indiscriminada de productos de primera necesidad (ya el pollo, por ejemplo, principal alimento de muchos hogares cuesta siete soles el kilo).

Si a ello le unimos esta “suerte” de reparaciones de pistas y veredas que no tienen cuando acabar, pues parece que García no sólo verá el descenso de su popularidad en los diarios y revistas nacionales sino el descontento de una población puede ser mayor y hasta peligroso de un pueblo que ya lo mira con recelo.

Pero, si esta pretendida “alza de pasajes urbanos” espanta a muchos, es porque son personajes de cuello y corbata que tienen automóvil propio y hasta chofer y no saben las penurias por las que pasa el pueblo. Ya que, por si no se han dado cuenta, los pasajes hace rato que han subido. Porque todos sabemos, (menos nuestros comechados políticos, por cierto) que sólo para movilizarnos hacia una cierto distrito cercano los chóferes nos cobran un sol, pero si usted quiere movilizarse por ejemplo del centro de Lima hasta Santiago de Surco le cobran un sol cincuenta o hasta dos soles el pasaje. Y, claro el pueblo que sólo tiene un sueldo mínimo, protesta, vocifera, pero nada puede hacer porque la regla es la regla y sino quieres aceptarla simplemente te bajas y te vas a pie. O sino haces, como muchos, que fingen dormirse o intentan engañar al pobre cobrador, a veces despistado que cae ante el engaño y “palomillada” de muchos transeúntes que usan ese recurso con la finalidad que les quede algo en su bolsillo para el día duro y tenso que le toca vivir dentro de un ómnibus plagado de vendedores, cómicos, y cuanto ambulante entre al carro diciendo que es pobre, que tiene su hija enferma o que no le alcanza para vivir. Como si ese fuera el problema exclusivo para esas personas.

Nadie sabe que muchos de los que están en ese ómnibus, generalmente chico, con asientos rotos y totalmente incomodo para viajar, encima estas propenso de que te saquen la billetera y si estás súper cansado por el trajín tienes que pararte porque existen asientos preferenciales que hay que respetar, normados por gente que tiene automóvil y sueldo al día y que no saben que los carros, no todos son grandes ni cómodos. Pero ¡que va! El transeúnte lo debe soportar todo.

Por cierto sin contar las medias horas que tenemos que esperar en determinada calle mandada reparar por ineptos alcaldes movidos por la fiebre de las cumbres presidenciales. Porque si vas al Callao, hay un atolladero producto de dichas obras, si vas a Miraflores ni hablar. En Barranco, el óvalo Balta luce totalmente en construcción y ni que decir en el centro de Lima donde las grandes obras que prepara el alcalde de Lima para lanzarse a la Presidencia de la República causan estragos en esta población que no le queda otra cosa que plasmar su cólera a través de las encuestas en las que se nos pregunta por cual o que gestión nos parece más nefasta.

Por ello, muchos son los alcaldes a quien el pueblo le ha puesto en la mira. Y ni decir de nuestros políticos más representativos como lo es nuestro presidente Alan García quien ha descendido cuatro puntos en varias encuestas. Y ¿Por qué todo esto? No solo tiene que ver las alzas de los alimentos y la inflación asolapada que vivimos sino su desparpajo por aliarse con el fujimorismo. Y es que aunque lo nieguen y proclamen su “independencia”, la reciente elección de la fujimorista Martha Moyano a la cabeza de una subcomisión clave como es la de Acusaciones Constitucionales confirma tal pacto. Una actitud por demás sumamente sospechosa, sobretodo, porque estamos en los momentos claves del juicio a Fujimori y todo puede suceder en manos del fujimorismo con una comisión por donde toda acusación presentada pasará por las manos de estos partidaristas que son los menos indicados para ejercer una labor transparente.

Estos son nuestros políticos de siempre y ellos son los causantes de tantas corruptelas y convenios “bajo la mesa” que solo los benefician a ellos. Por eso, desde esta pequeña columna, estamos advirtiendo lo peligroso que resulta todo esto porque si bien “las cochinadas políticas” pueden ser meramente criticadas por la población; no así el hecho que el pueblo vea que el dinero que tiene en el bolsillo no le alcanza para llevar el sustento diario a sus casas. Hay un dicho popular que siempre es comentado por las matronas y jefes de hogares muy humildes. “Te puedo pasar que robes, más no si el sueldito que me das, no me sirve para nada”.

Es un tremendo problema por el que García y sus ministros deben reparar, no somos pesimistas, pero cada día se observa que no estamos en el mejor de los mundos como nos lo pintan. Ahí está el caso de la pobre y desvastada ciudad de Pisco que a un año del terremoto, poco y nada se ha hecho. En nuestro correo nos llega infinidad de mensajes de pisqueños que se quejan y denuncian corruptelas y malos manejos de instituciones, no solo estatales sino particulares, que han ido para la foto, prometiendo a diestra y siniestra, pero pasado el tiempo esa promesa cayó en el olvido. Como no hay una denuncia sustentada no podemos decir los nombres, pero fuera de ello, el malestar se siente. ¿Cómo puede el gobierno decir que la construcción de Pisco será a largo plazo y colocar a un nefasto dirigente de apellido Arévalo en un puesto importante?. García defiende al tal Arévalo y esa defensa le cuesta el descenso que peligrosamente puede causarle mayores dolores de cabeza.

Hoy en día, todos los productos de primera necesidad muestran un incremento. Un menú diario en un restaurante popular mínimo cuesta de cinco soles para arriba. Mientras el gobierno se vanagloria de “sus proezas” y defiende a personajes a los que la prensa ha desenmascarado valientemente.

Señor García, no trate de mostrarnos que estamos en el mejor de los mundos. Acepte sus errores y sea más humilde. Usted no es un dios al que hay que venerar. Esperemos que las cosas mejoren porque a este gobierno aprista le puede “llegar la noche” y nosotros ya sabemos lo que causa al país los desaciertos apristas.