Lima, 09 Junio 2011, (El Informante Perú).- Los sollozos de los deudos y lamentos contenidos de los amigos, de pronto fueron interrumpidos por vigorosos cantos de los hinchas celestes que a paso ligero arribaron a La Florida para acompañar en su último adiós a un celeste químicamente puro: “Ooooh, Gianfranco no se va, no se va, nos se va, Gianfranco no se va…”, repetían con devoción, para manifestar así su identificación con uno de sus ídolos que nos dejó abruptamente, Gianfranco Espejo Reyes, a quien quieren sentirlo siempre presente.Una multitud colmó el ambiente donde se armó la capilla ardiente donde se ofrecería la misa de cuerpo presente. Junto a los padres y hermanos de Gianfranco, estaba la dirigencia celeste encabezada por Felipe Cantuarias, escoltado por Federico Cúneo, Juan Carlos Oblitas, Gustavo Zevallos, Víctor Hugo Guevara, Germán Lora, José Osterling. Ahí estaba el cuerpo técnico con Juan Reynoso al frente, ahí el plantel profesional con el emblemático Roberto Palacios adelante.
Uno de los momentos más emotivos fue cuando a La Florida llegó el cortejo con los restos de la enamorada de Gianfranco, su querida Pierina Pérez Balbis, quien también falleció en el trágico accidente que les arrancó la vida, en Tumbes. Los familiares de ella cargaron el ataud de Pierina y lo llevaron para que acompañe a su adorado Gianfranco. Luego, ambos fueron paseados alrededor de la cancha principal del club por los jugadores profesionales y familiares, al tiempo que los integrantes del Extremo Celeste agitaban las manos al cielo y ahogaban sus gargantas con cantos llenos de sentimiento y emoción.
“Espejo querido, Espejo adorado, acá esta tu hinchada que te viene a ver, por eso te quiero, por eso te canto, por eso te llevo en el corazón…”. Así, hasta que lentamente los restos de Gianfranco bajaban a su última morada, los hinchas, el fiel Extremo Celeste se despidió de su ídolo.

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