martes, 20 de enero de 2009

AÑO NUEVO, MINISTRO NUEVO

Lima, 20 Enero 2009.- El cambio de piloto en el manejo del Ministerio de Economía no deja de ser sorpresivo, preocupante y hasta no deja de haber cierto temor por cuándo casi en el más absoluto hermetismo el gobierno anuncia el regreso del ex banquero Luis Carranza en el cargo más importante del gabinete en momentos que el país ya comienza a sentirse los embates de la crisis financiera mundial.

Más allá de toda esa aureola corrupta que envuelve a este gobierno, no podemos negar que García ha tenido buenos ministros de Economía. No obstante la salida de “Valdivieso” apodado por algunos como “el mago” genera suspicacias. Toda vez, que por su fama de “ser excesivamente celoso” en el presupuesto mantenía a raya a algunos ministros que pedían suculentas sumas de dinero con la voracidad apremiante de obtener dinero más obras igual popularidad.

Pero, lo que se desprende de todo esto es que, al parecer, ha sido García quien planteó la necesidad de este cambio, sobretodo, por la demora en la famosa ley anticrisis que tanto barullo ocasionó.

Algunos empresarios respiran tranquilos pues consideran que sólo ha habido un cambio de personas, sin que se haya modificado la política económica, lo que es positivo bajo todo punto de vista.

No obstante, algunos analistas esbozan la idea que la sorpresiva salida de Valdivieso del gabinete puede reflejar problemas en el plan anticrisis del gobierno.

Seguramente, para evitar muchas conjeturas, Carranza ha salido a decir, en su primera declaración pública, que la política económica del Gobierno continuará y que el plan "anticrisis" anunciado en diciembre por el presidente Alan García es el adecuado bajo las condiciones actuales.

Sin embargo es público los objetivos prioritarios que tiene García actualmente. Por ello es más viable que haya sido el mandatario quien haya “invitado” a Valdivieso a tomarse “un descanso” con el premio de asumir un cargo "de alta responsabilidad" en el exterior.

Porque, existen dos cosas que pasan por la mente de García actualmente, que el plan anticrisis sea “el menos doloroso” posible y segundo que su irregularidad en las encuestas no sea tan aparatosa, porque con el caso del chuponeo y el “faenón” parece haber sorteado "esa peligrosa valla" gracias a sus “amigos aliados” de la otra esquina.

Por otro lado, para nadie era novedad que Valdivieso era “extremadamente duro” a la hora de dar la plata y por ello, la demora en los desembolsos para el plan gubernamental de inversión en ese tipo de obras, desesperaba a más de uno dentro del gobierno.

García no lo pensó dos veces. La salida de Valdivieso estaba más que cantada y el reemplazo estaba a la mano. No cabría sino convencer a Carranza, toda vez que su imagen y “simpatía” ante sus amigos empresarios no produciría tanta empatía y escozor.

Este cambio se produce en momentos en que la crisis global ya comienza a pasarle la factura a nuestro país, con menores ingresos fiscales y exportaciones. Según el último dato oficial, la economía peruana se expandió en noviembre pasado a la tasa mensual más baja en casi tres años, por una desaceleración en algunos sectores claves afectados por la turbulencia mundial.

Por eso la palabra “continuidad” fue escuchada hasta el cansancio por todo Salón Dorado de Palacio. Pero ¿Eso basta? Recordemos que si a Carranza le fue bien en su primera gestión fue porque la bonanza y el crecimiento lo respaldaban en un momento que cualquier giro o ineptitud no se iba a sentir. Caso contrario sucede ahora en que la crisis ya “está a la vuelta de la esquina” y lo peor que nos puede suceder es que García con su exceso de neoliberalismo, la voracidad de algunos ministros “presidenciables” y el auge por construir y construir sin ningún control, lo pueden echar todo a perder. El sector de economía es una cartera clave y para ello se necesita a alguien que le diga algunas veces ¡No! A García. Algo que por lo visto, hasta ahora, es casi imposible.

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