Lima, 31 Marzo 2008.- Muchos quisimos ver desde hace mucho tiempo a Laura Bozzo “sepultada y enterrada”, pero como todo en el Perú parece casi imposible casi nos aguantábamos sus poses y sus aires de sufrida y preocupada por los pobres.Es que casi nadie en el Perú quiere a la conductora de televisión. Sus aires de autosuficiencia, sus poses de víctima y sus coqueteos con el régimen fujimontesinista acabaron con la escasa popularidad que tenía cuando reapareció recientemente.
Lejano parece cuando Laura gozaba de esa popularidad que la catapultó a los picos más altos de la popularidad. No olvidaremos 1998 cuando nos iniciamos en esta aventura periodística y nos encomendaron realizar una revista institucional y para rebajar los costos acudíamos a las imprentas ubicadas en las galerías de la avenida Wilson en pleno centro de Lima. Y allí a punto de la una, una y treinta de la tarde todos los televisores de restaurantes, imprentas y demás tiendas estaban conectados a ese talk show en la que ya se imprimían golpes, groserías y patadas. Es que la idea era buena, pero la fama y el poder envileció a la conductora a quienes muchos peruanos veíamos por puro entretenimiento, pero cuando la simpatía por Montesinos se evidenciaba cada vez (antológicos son los besos volados que mandaba la conductora en su programa hacia el nefasto asesor), entonces todo cambió y el programa se convirtió en vocero del régimen y la violencia aumentaba cada vez más.
Presentó un nauseabundo programa titulado "Todo por dinero" en la que la gente hasta lamía las axilas de un desconocido y sudoroso sujeto en cadena nacional. Poco después presentó una denuncia sobre la hija negada de un candidato presidencial, más por interés de tumbarse al candidato de entonces Alejandro Toledo que por deseo de ayudar a su hija negada Zaraí.
Todo ello fue colmando la paciencia de los televidentes. Vino después la caída del régimen de Fujimori y su posterior encierro domiciliario. Pero esto no le bastó a la conductora porque en lugar de hacer un mea culpa o dedicarse al “perfil bajo” como muchos otros defensores o “chupes” del chino lo hicieron, Laura pensó que volvería por todo lo alto al Perú. Pero la realidad fue que ya nadie creía en ella. Todos despotricaban de su programa, pero con esas ínfulas o aires de superioridad siguió en sus trece hasta que las denuncias, por todos conocida, le enrostraron en la cara de la conductora.
En realidad todos sabíamos que esos nefastos talk show que nos invadieron en los noventa, del cual nadie se salva por cierto, eran más falsos que ver gritar al chino Fujimori ser inocente. Ya una periodista del diario El Comercio lo había denunciado, pero ahora era diferente la cantidad de panelistas que han salido a denunciar el fraude montado por la Bozzo y su grupo ha revelado este tinglado comercial que lo único que consiguió es llenar de dinero y fama a la conductora.
Luego de las denuncias periodísticas (las más contundentes fueron las de Jaime Bayly), el programa “Laura en acción” ha sido cancelado de manera definitiva y su conductora está siendo investigada por la Fiscalía por haber expuesto en él a una menor, una niña de 7 años, víctima, según se cree, de abusos sexuales. Por si fuera poco, a pesar que Laura que dice que ella se fue del canal 9, el gerente general de la cadena peruana ATV Canal 9 en la que trabajaba, Marcelo Cúneo, explicó que el cese de la “superstar” se debió a las quejas recibidas por la Asociación Nacional de Anunciantes (ANDA), que retiró los patrocinios tras recibir una ola de testimonios sobre la falsedad de los casos que se presentaban en el 'reality'.
Una medida acertada y aunque Laura no sea del agrado de nadie. Debemos recordar que es el público quien decide que ve y que no ve. Porque desde que salió de su encierro domiciliario los dos programas emitidos en el Perú ya no gozaban de la audiencia que antes tenía la conductora y eso que todavía no existían las denuncias que hoy se conocen.
Pero por supuesto ahora salen los "falsos moralizadores" aquellos "paladines" que tratan de llevar "agua a su molino" como aquel broadcaster que organiza “fiestas de reconocimiento" a su conductora por haber sido la primera en denunciar a la Bozzo. ¡Por favor! Si ese es el canal que no sólo no paga a sus trabajadores sino que pretendía llevar a esa nefasta conductora a sus pantallas y cuyo negocio no prospero por falta de liquidez en el canal de la avenida Arequipa.
Es que ahorita todos hacen cargamontón contra la conductora, saldrán asociaciones, instituciones, canales, y hasta aquellos "que lavaban la bandera" y demás "paladines" que miran "el ojo ajeno pero no miran el suyo" pidiendo la cabeza de la conductora. Esta bien, tienen razón, pero recordemos que muchos de esos personajes son los mismos que despotricaron contra el chino, pero cuando volvimos en democracia gozaron y apoyaron a nefastos ministros y hasta concertaban lobbys. Como ese broadcaster que tuvo su audio con Olivera.
Así somos en el Perú. Olvidan que es el pueblo el que decide. Pretenden subirse al coche y no saben que la audiencia lo deciden los televidentes y no los "falsos moralizadores" aquellos que despotrican a más no poder de nuestra televisión. Piden pantalla blanca, pero por su pasado y presente, no tienen autoridad moral para pedir “televisión cultural” porque primero, son más echados con los políticos de turno y segundo nadie puede decirnos que debemos y no debemos ver porque se supone vivimos en democracia y en libertad para elegir si vemos tal o cual programa.
Laura Bozzo vive su peor pesadilla, las denuncias aumentan y al parecer no la tendremos en mucho tiempo por nuestras pantallas. Sin duda, la justicia tarda pero llega.
