miércoles, 18 de julio de 2007

CORRUPCION 1 - JUSTICIA 1



Estaba dentro de las posibilidades que el juez Orlando Álvarez rechazara el pedido de extradición al Perú, de Alberto Fujimori.

Es que para nadie es un secreto la enorme presión que ejerce el Japón para que “su hijo predilecto” no venga al Perú para afrontar los juicios que tiene pendiente.

Sin embargo más allá de todo, es patético el esfuerzo que hace Fujimori para no venir a Lima. Es clara su estrategia, prefiere volver al Japón, esperar un tiempo para poder meditar y ver si alguna vez regresa a Lima y porque no, con total desparpajo, volver al primer plano de la política peruana.

Álvarez ha salido a negar haber recibido presiones políticas, más bien, aseguró que hizo uso de una facultad legal al no fallar en el mismo sentido que le recomendó la fiscal chilena Mónica Maldonado, quien a inicios de junio consideró que debía aceptar el pedido de Perú de extraditar a Fujimori, acusado de abuso a los derechos humanos y corrupción.

"Yo estoy conforme porque además lo estudié con bastante detención," sostuvo Álvarez a los periodistas chilenos.

Pero lo que sorprende es que el Juez le haya dicho ¡No! A todo. Por eso un diario fujimorista dice alegremente en primera plana, que “Fujimori ganó por goleada”. Pues claro que lo ganó, pero desde el ámbito jurídico está claro que no podrá venir al Perú, por lo menos un par de años más, puesto que no se le ha juzgado por ningún delito, siquiera menor, lo que posibilita que las autoridades peruanas, si alguna vez el “chino” vuelve, lo pongan en prisión de inmediato y hasta sea juzgado por todos los delitos del que se le acusa.

Hay que tener claro que, si bien es una derrota de la procuraduría también es cierto que resulta, digamos por demás, sospechosa que Álvarez utilice los mismos términos concordantes que utiliza los abogados del extraditable en su alegato, aparte de determinar una sentencia de prueba plena y no lo que realmente era su función comprobar si existen indicios razonables para aprobar o rechazar la extradición.

Estos hechos terminan con una secuela de notas e informes de los diarios chilenos que en los últimos días han venido informando sobre el gran interés de Japón de condicionar el tema del TLC con Chile con el caso Fujimori.

Sin embargo todos los peruanos sabíamos que esto podría ocurrir, ya que por siglos el poder siempre ha prevalecido sobre la justicia. Es parte de este juego jurídico, se puede ganar o se puede perder. Pero Fujimori ha demostrado con creces su traición y cobardía candidateando al Senado japonés para poder escapar de la justicia gracias a que sus amigos lo ayudan a salir del atolladero que él mismo ocasionó por hacerse el “superhombre” de intentar pisar suelo peruano.

Ahora bien, también resulta cada vez más claro ese aparente desinterés del APRA por el caso del extraditable. No solo porque Alan García haga mutis y no diga ni pío. Como cuando se supo de la decisión del juez chileno, que sorprendió al gabinete en Palacio en una reunión de ministros, y donde se le preguntó a Alan sobre el tema y saben que contestó: “Oiga, usted la ministra ya dijo lo que tenía que decir”. Declaración que lo pinta de cuerpo entero. Todo está cada vez más claro, el aprofujimorismo se fortalece ya que indudablemente don Alan se hace “el sueco” mientras su gobierno so pretexto “de no interferir en asuntos judiciales” le hace el juego al “chino” y compañía.

¿Qué sucederá ahora? Pues se esboza tres hipótesis en torno al caso: primero, lo que muchos esperan, que la Corte Suprema acoja finalmente el pedido de extradición y, en un proceso más o menos rápido, lo envíe a Lima. Aunque esto no estaría libre de polémicas tanto en Chile como en Perú y Fujimori moviliza todos sus recursos para evitarlo.

Las otras posibilidades, también polémicas, son que la Corte Suprema ratifique el rechazo a la extradición y, entonces, el ex mandatario o se quede -sin juicios pendientes- en Chile o viaje a otro país, como Japón. Esto último es lo más probable.

En esa dirección apuntaban rumores durante las últimas semanas, recordando la alegada nacionalidad japonesa de Fujimori, propuesto para un cargo político en ese país asiático, por ello si se presentaría este caso no se descarta que Fujimori piense en un eventual retorno político a Perú, tal vez a futuro, si quedara finalmente en libertad, esto teniendo en cuenta las declaraciones de la hija del extraditable al diario El Mercurio de Chile.

Mientras tanto, autoridades del Gobierno chileno -y también del peruano- buscan distanciarse del fallo, alegando su respeto por la independencia del poder judicial chileno, argumento que muchos políticos consideran insuficiente. De todos modos era más que lógico que esta sentencia sucediera como también está el hecho que la Suprema chilena también ratifique el fallo del Juez Álvarez.

Lo cierto es que este tema se produce en medio de una convulsión social propagada por el SUTEP y compañía cuyos gritos y arengas en contra de García, por más que diga lo contrario no lo han dejado bien parado. Seguramente su popularidad irá descendiendo cuando el pueblo termine por confirmar su "preferencia fujimorista" y ello la opinión pública no lo tolerará. Por ello, creemos que a García de todas maneras le "salpicará" algo este "triunfo" fujimorista.

En cuanto al extraditable, aunque la Suprema de Chile todavía demore un par de meses en rechazar o ratificar la decisión del Juez Alvarez. Parece que la corruptela y los lobbys siguen pisando fuerte en el país. Lo que, tal vez, cambiaría si pensamos bien en quien elegir y no en "falsos demócratas", "radicales convenidos" o "ladrones corruptos". Los “lobos con piel de cordero” deben ser descartados por nuestros electores. ¿Con Fujimori habremos aprendido la lección? Nuestros políticos sonríen pues saben lo voluble que es nuestra población.

Esperemos las conclusiones de esta decisión final. Lo que está claro es que Chile nunca perdería sus tratos con Japón por un país como el nuestro, del que seguramente ni le interesa y hasta desprecia. La esperanza todavía está latente, y si es esquiva, tal como muchos vaticinan, pues a la larga no sería novedad ya que la corruptela a lo largo de todos estos años jamás ha perdido su hegemonía en este país. Lo sorpresivo sería que la justicia triunfe. Total en nuestro país lo que más tenemos son políticos corruptos que ciudadanos probos. Por lo menos la historia del Perú en estos últimos años así lo confirman.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola...muy buen comentario...te saludamos de miami