Pero vayamos por partes, no queremos pecar de “aguafiestas”, pero pese a tener nuestros reparos sobre este tipo de premios nos alegra sobremanera el triunfo de nuestra ciudadela inca, Machu Picchu, que acaba de recibir el galardón de ser reconocida como una de las Nuevas Siete Maravillas del planeta.
Bien por nuestro querida ciudad inca, una joya de nuestro patrimonio arqueológico y uno de los símbolos que identifican al Perú en el mundo entero. Sin duda los peruanos debemos sentirnos orgullosos de esta hermosa construcción hecha por nuestros antepasados unido al mito y la leyenda que encierra este patrimonio monumental de la humanidad.
Pues más allá de toda polémica, este triunfo nos revela importantes puntos a tomar en cuenta: Primero, lo unido que somos los peruanos, cuando nos proponemos. No tienen idea la cantidad de personas que, no sólo por Internet pedían un voto sino también en reunión de amigos o en conversaciones familiares, el clásico ¿Ya votaste por Machu Picchu? Era la pregunta cotidiana y eso tuvo su recompensa.
Segundo: Este triunfo conlleva una responsabilidad de nuestras autoridades que tienen la obligación de conservarlo y preservarlo para los miles de visitantes locales y del exterior que lo recorren cada año. Es algo que debemos tener muy presente, ahora que se habla de triplicar la afluencia de turistas al santuario, precisamente como consecuencia de la distinción recibida. Con la tremenda publicidad obtenida es casi segura que la afluencia de turistas triplicará la llegada de extranjeros a quienes se les debe dar todo tipo de facilidades y seguridad. Pero no solo los de afuera deben tener cabida sino también los peruanos debemos tener la posibilidad de visitar esta ciudadela inca, ya que por obligación cada peruano debe conocer esta maravilla histórica. Aparte de tener facilidades y ventajas económicas para visitar dicha ciudadela. Hoy son muchos compatriotas que sostienen que ir al Cusco “es carísimo” y eso debe ser borrado de nuestras mentes con ofertas y beneficios por parte de nuestras autoridades para que ningún peruano deje de visitar el Cusco.
Finalmente es importante que el estado preserve este legado histórico. Pues Machu Picchu exige excepcionales cuidados, sin los cuales podría desaparecer o deteriorarse de modo irreversible.
Por ello tu peruano que hiciste con tu voto que Machu Picchu sea considerado como una de las Siete Maravillas del Mundo. Ahora estas en la obligación de conocer esta parte de tu país y reconocer la labor de nuestros antepasados incas. Porque ese era el objetivo que te trazaste al "aceptar" las condiciones del concurso organizado por la fundación “New Seven Wonders”, porque no solo es importante el turismo extranjero sino también la demanda de peruanos debe incrementarse. Por ello nos alegra algunas declaraciones de las autoridades cusqueñas, ofreciendo una serie de posibilidades a los estudiantes peruanos para que puedan visitar esta maravilla inca. Esperemos que este concurso sirva de algo para no olvidar a Macchu Picchu que si tuviéramos otro tipo de autoridades esto no hubiera sido necesario pues este legado inca se valora por si misma y si hubiera concitado el interés por parte de todas las autoridades que dirigieron el país, hoy no necesitaríamos de este tipo de concursos. Pero claro, los políticos pasaron y nada hicieron por esta maravilla inca. Ahora esperemos que gracias a este galardón, siquiera explotemos como corresponde este premio, impulsando políticas de Estado sólidas, inteligentes y viables en beneficio del turismo, extraordinario generador de empleo, divisas y desarrollo socioeconómico.
La gente reía y cantaba los temas clásicos del grupo, como 'Pecadora', 'Tú vives equivocada' y 'El arbolito'. Todo un fenómeno que el país en general pudo conocer en su real dimensión solamente cuando estos cantantes pasaron a mejor vida. Increíble que hasta hace unos meses nadie reparaba (a excepción de los conos, por supuesto) en Muñequita Sally o en Néctar y ahora hasta lo veneran y algunos hasta intentan aprovecharse de su imagen.
Es que así somos, muchos como siempre intentan “subirse al coche” cuando en vida estos artistas gracias a su talento supieron llevar alegría y entretenimiento al pueblo mientras el resto del país vivía ajeno a esa realidad.
No obstante el hecho de que el pueblo rinda el homenaje que merecen sus ídolos y le dé el gran adiós que se merecen, no quiere decir que nuestros políticos vengan a “llorar sobre nuestros hombros” cuando nada hacen por el desarrollo artístico del Perú. Ver a Alan García entrando a un lugar que ni por asomo conocía ni mucho menos ha bailado nunca “El arbolito” pues es hasta risible y conlleva a pensar que el aprovechamiento político siempre está a la orden del día.
El colmo de los colmos fue observar como se les condecoraba póstumamente con la Orden al Mérito que da el Estado peruano por acciones distinguidas (¿?). No contento con ello, Alan no tuvo mejor idea que estar acompañado por Cecilia Bákula, la controvertida directora del Instituto Nacional de Cultura, acusada de ser la responsable política de una censura contra el pintor Piero Quijano (¡plop!). Sin duda García y nuestros políticos tradicionales saben “su oficio” y “engrandecen” a muchos quienes en vida no recibieron nada del estado. Porque a pesar de alabar la trayectoria de los músicos y considerar al “Arbolito” como uno de los mejores temas de la cumbia peruana. No puede ser más inoportuna dicha condecoración. ¿Qué dirían Chabuca Granda, Pinglo, la propia Ima Sumac olvidada por años por este estado aprovechado que lo único que busca es rédito político?
Este tipo de hechos permite que promotores y comodines “hagan correr la voz” sobre la “aureola santa” que envuelve a Johnny Orozco y sus muchachos. ¡Por favor! Dejen descansar a los músicos y que su pueblo los recuerde como lo que realmente son: Verdaderos ídolos populares.
Finalmente el fin de semana acabó con una realidad de la que nosotros siempre queremos olvidar. La terrible verdad que envuelve al fútbol peruano. Al caer la tarde del domingo, una vez más, los peruanos prendidos a través de la televisión veíamos la estrepitosa caída de la selección nacional ante la poderosa Argentina por 4-0.
Nuevamente otra desazón más. Pero esta vez, el ver a Messi, Tevez, Verón o Riquelme, hacer lo que les da la gana en el área peruana, no podíamos menos que añorar aquellas épocas cuando se le jugaba de igual a igual contra los argentinos.
Estamos en el sótano, nos han pasado Bolivia, Chile y hasta la propia Venezuela y todo por el manejo dirigencial de este grupo que jefatura nuestro fútbol que anteponiendo el deseo de la afición prefiere seguir con el poder amparados por la inclemente y aprovechada FIFA. Estos incapaces dirigentes unido a la poca capacidad técnica de Uribe y la escasez de cracks amargaron a la afición impávida al ver como los argentinos nos paseaban mientras los nuestros jamás llegaron al área rival. Seguiremos añorando a nuestros jugadores del pasado y dando "vivas" a nuestro irregular campeonato local mientras los jugadores seguirán trampeando sin mostrar empeño en el oficio que les da da comer. Eso sí, algo llenó de emoción a la afición: el observar en Paolo Guerrero como “el último mohicano”, aquel que pese a la lesión, quiere seguir en la cancha, dejar hasta la última gota de sudor y demostrar con su juego, respeto por el suelo que lo vio nacer, encima cuestionó duramente y tuvo su "encontrón" con Pizarro por no poner "el alma" en la cancha" . Lástima que no existan más “Guerreros” en nuestra selección. El domingo nuevamente nos enrostraron la gran verdad que envuelve a nuestro fútbol: El ser mediocres e irresponsables.
El fin de semana tuvo de todo, alegrías, penas, mitos e intereses, como pocas veces hemos tenido. Nuestro Perú debe haber sacado importantes conclusiones.
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