miércoles, 29 de julio de 2009

EL CUARTO AÑO DE GARCÍA


Lima, 28 Julio 2009.- Alan García inició el cuarto de los cinco años de su gobierno, dando el tradicional mensaje a la nación por fiestas patrias pensando que estamos en un “país de fantasía”.

García nos ha brindado un detallado informe de sus supuestos logros, algunos risibles, como el que diga que “hay cientos de terroristas encarcelados”. Claro, como es su costumbre, no dice que muchos fueron puestos en libertad por falta de pruebas o porque sencillamente son inocentes. Por eso, debemos recordarle a García, que llega a este tramo presidencial debilitado por la represión a los indígenas de la Amazonía, a comienzos de junio, y en medio de numerosas demandas regionales, en especial en departamentos que padecen pobreza extrema.

Por ello, ostenta el índice de aprobación más bajo en lo que va del año, 31,9% en Lima y Callao, según la encuesta del Grupo de Opinión Pública de la Universidad de Lima.

García no sólo tiene en su frente dicho problema social sino también su gestión se viene debilitando por una ola de descrédito debido a los problemas que enfrentó cuando se destapó el caso de los "chuponeos" telefónicos promovida por Rómulo León, antiguo aliado del aprismo.

Además enfrentó la mayor oleada de protestas en lo que va del mandato, incluidos los indígenas de la Amazonía, reprimidos violentamente el 5 de junio.

Según un organismo estatal, esos hechos causaron 34 muertos -24 policías y 10 civiles-, pero hay denuncias numerosas de un número superior de víctimas y de decenas de desaparecidos.

Las protestas de comunidades indígenas en la Amazonía en contra del intento gubernamental de permitir la explotación de recursos naturales en la selva, fueron hasta hoy las mayores que enfrentó García en su segundo gobierno (2006-2011).

Con todos estos hechos unidos al tan mentado tema del "auge económico" que se desdice a lo que ve la población común y corriente en los mercados populares donde el sueldo apenas alcanza puesto que los precios están por "las nubes".

Todos estos antecedentes precedieron este mensaje presidencial que siempre crea expectativa por "el que dirá", a pesar que a la mayoría de peruanos le es indiferente estos hechos porque nada esperan ya de nuestros políticos en general.

García llegó a su "casa" con un Congreso con mayoría. Sí porque el que llegue Alva Castro a la presidencia del Congreso ha sido gracias a "un convenio" entre importantes aliados que se esconden en el anonimato, pero que todos sabemos quienes son.

Fueron casi treinta minutos de promesas, muchas de ellas demagógicas y el resto de minutos se las tomó para hablar "de las bondades y logros" de su gobierno.

La verdad es que este gobierno que rozaba con la irregularidad va tomando ya el despeñadero del descenso, entre otras cosas, porque Alan está demostrando tentaciones totalitarias y una grave intolerancia hacia los que lo critican.

Habló, prometió y destacó sus dizque "logros", pero no dijo de la gripe A H1N1, de los pobres pobladores de Nazca e Ica quienes siguen padeciendo de un techo donde vivir debido al terremoto y sobretodo no dijo nada de los corruptos, los verdaderos, aquellos que se pasean con la tarjeta de la estrella en la mano.

Dice que hay un enemigo del extranjero que nos arremete, pero no dice nombres. Que aprenda como Uribe que acusa a este o tal gobierno con nombre y apellido y no como García que parece tenerle miedo a Chávez o al servil de Evo. Porque el decir que hay enemigos de afuera que nos acechan, parecería indicar que es Chile, el país a cuidar. Y efectivamente así es, pero hoy por hoy es Hugo Chávez el mayor enemigo a cuidar, por la voracidad que tiene el socialismo chavista de seguir teniendo aliados en América Latina. Pero Alan no lo dice, se va por la tangente dentro de las muchas trivialidades que dijo.

Los peruanos votamos por García por ser "el mal menor", pero muchos ya sabíamos a que apostábamos. Nuestro presidente cree que lo que tiene en frente, es un país de fantasía. Y se equivoca porque ya los indígenas le han demostrado que con el pueblo no se juega. Las promesas incumplidas no son propias de un buen mandatario. Pero ese es el país que quiere García, aquel que no da muestras de humildad, que no sabe reconocer sus incompetencias e irregularidades. Porque mientras Mantilla sigue paseándose y Rómulo León, a pesar de estar preso, goza de impunidad, los Alva Castro, Cabanillas, Velásquez Quesquén y tantos personajes más son los mismos que ahora ostentan y saborean el poder a pesar de haber fracasado en los cargos que siempre ostentaron, todo gracias a vivir bajo la sombra del "poderoso" García. Aquel que nos brindó un pobre discurso presidencial lleno de demagogias y trivialidades.

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