lunes, 24 de mayo de 2010

BIETO

Lima, 24 Mayo 2010 (El Informante Perú).- A estas alturas, de Alberto Quimper, ya nada sorprende. Un nuevo audio difundido por el programa Cuarto Poder de América Televisión lo pinta de cuerpo entero.

Esta vez se revela un nuevo ‘faenón’ del ex directivo de Perupetro Alberto Quimper y su socio Mario Vélez, con quien –de acuerdo con lo que se desprende del registro– intervino ante la Corte Suprema para inclinar la balanza a favor del Banco de la Nación (BN) en un litigio sobre un terreno que pertenecía a la familia Marsano, en La Calera, Surquillo.

En el audio se vuelve a escuchar a ‘Don Bieto’ en todo su esplendor, hablando de que tiene “que operar”, sacando cálculos sobre sus honorarios de éxito, demostrando sus maniobras en el Poder Judicial y, lo más grave, comprometiendo a ejecutivos del banco en hechos que ameritan una explicación.

Con ello queda al descubierto, una vez más, las maniobras de este personaje que goza de un cómodo arresto domiciliario. Por si fuera poco, por enésima vez, se comprueba que el sistema judicial imparte justicia al mejor postor.

Escuchen el dichoso audio y comprenderán como se habla de maniobras comerciales en donde los abogados entienden que para ganar tiene que haber una transacción comercial.

Lamentablemente el Perú esté lejos de tener un sistema judicial totalmente limpio. Ahora saldrá el presidente del Poder Judicial señalando que son hechos aislados y cuanta palabra se le ocurra. Lo cierto es que si nos ponemos a contar todas las irregularidades que han existido y existen en este poder del Estado, nos faltarían dedos para contarlos.

Lo que enfada de sobremanera es que algunos quieran deslindar responsabilidades. Hoy por hoy en el Perú hay dos denuncias muy graves. Primero el Carso Comunicore que envuelve a quien hoy por hoy puede ser el próximo presidente del Perú. Luis Castañeda Lossio y en segundo lugar los llamados petroaudios.

En ambos casos todo está en "investigación". Pasan los meses y nada concreto hay. Salvo cuando sale nuestro alcalde de Lima a señalar que ese caso ya ha sido investigado y nada se ha encontrado (¿?).

Finalmente allí está el caso de los petroaudios donde “el tío George” está cada vez más embarrado, pero del que aún nada concreto existe, peor aún, hay peligro de que el caso prescriba.

Así están las cosas en el Perú. Faltando poco para que nos encontremos nuevamente en las urnas para elegir alcaldes, presidentes regionales, congresistas y al nuevo presidente del Perú.

Y por lo que se ve, los mismos de siempre, ya están frotándose las manos para seguir en el poder.

Así como muchos transaron y recibieron dinero de Montesinos y Fujimori, hoy deben ser muchos los que han hecho faenones con don Bieto, elegido como el máximo representante de la prebenda y la corruptela en estos tiempos donde ya nuestro mandatario coquetea con Keiko, nuestro alcalde no quiere saber nada de Comunicore, nuestro cholo "sano y sagrado" saca cuerpo en el asunto de su hermano Luis, y cuando a más de un apristón le salpica el asunto de Cofopri.

Don Bieto es ya un tristemente celebre personaje. Esos de cuello y corbata que toman whisky etiqueta negra, pululan en los grandes cócteles y sólo hablan con personajes de alto nivel.

El que hayan aparecido Bieto y Rómulo solo confirma lo que es un peligro para el Perú que esos personajes peligrosamente lleguen a niveles insospechados, hablen de millones de dólares como si fueran un billete de 50 o 100 soles y encima enloden con sus argucias a todo el ente estatal. Cada día más y más hundido por culpa de burocracia y corruptela que impera en todos lados.

El perfil de Bieto es de muchos personajes, asesores de ministros, abogados de grandes consorcios y hasta de directivos particulares que ofrecen "sus servicios" y realizan lobby al más alto nivel.

Será difícil que el Perú se desprenda de estos sujetos. Mientras el Poder Judicial sea un ente sumiso y en el poder estén los mismo de siempre, aquellos que transan y se benefician con el dinero de todos los peruanos. Bien difícil que ello suceda.

Por eso, mientras los apristas se esmeran por demostrar que su gobierno es el más eficiente de los últimos años. Sin duda el tema de los petroaudios los manchará por mucho tiempo.

HASTA SIEMPRE LUCHO....

Lima, 09 Mayo 2010, (El Informante Perú).- A veces las noticias suceden una tras otras y no da tiempo para hablar en esta columna de muchas cosas que merecen la pena tocar. Ya íbamos a hablar del “tío” George y luego de la marketera de Gisela, cuando el país para tranquilidad de García, quien no ve la forma de quitar de la mente de los peruanos, el caso de los petroaudios y toda esa pus que sigue brotando a montones, presencia toda la corrupción que impera en este país y que trae cola "gracias" a “Don Bieto” que ha resultado una versión más refinada de Montesinos y sus secuaces.

Y es que, este Perú asiste a una de las más grandes corruptelas jamás vistas en mucho tiempo en nuestro país, pero de eso hablaremos en otra oportunidad. Total ya nada sorprende en nuestro Perú y estamos seguros que aunque nos pongan el video de Crousillat, nos manden una nota de prensa señalando que Allison está unido a una mafia internacional o simplemente nos pongan a una “virgen que llora”. Igual la población estará pendiente de los llamados “faenones” del que están metidos gente que muchos imaginábamos transparentes junto a otros corruptos de saco y corbata que intentan seguir pasando piola como si nada hubiera pasado.

Pero ha fallecido Lucho Barrios y necesariamente tenemos que hablar de, uno de los cantantes que más ha unido a este pueblo tan ávido de verdaderos ídolos populares y no de presidentes que dan la mano a los pobres, pero que luego les roban impunemente.

A las 7 y media de la mañana del 5 de mayo, se apagó “La voz del bolero”. Lucho Barrios quien falleció, luego de un ataque al corazón, tras padecer enfermedades renales y pulmonares que lo dejaron muy convaleciente.

Apenas se conoció la penosa noticia, se dieron cita sus colegas de canto con quienes compartió jornadas memorables. Allí vimos pasar a Guiller, Pedrito Otiniano, Johnny Farfán y hasta la gran Carmencita Lara, verdaderos ídolos populares. Venerados y queridos por un pueblo que goza, sufre y ama con sus canciones.

Lucho Barrios fue el primero de una serie de grandes maestros del “amor y el dolor”. La vieja rockola que se escuchaba estridentemente en muchos de los "bares mitológicos y sagrados" de Lima, Callao y provincias son testigos de excepción que las canciones de Lucho Barrios y compañía desgarraban el alma de aquellos hombres que tomaban su “Pilsen”, “Sansón” o su “Malta” acompañados de tan memorables canciones. Como olvidar el conocido "Queirolo" del centro de Lima, el entrañable "Superba" en pleno corazón de Petit Thouars y hasta el querido "Parisi" en el Callao, ahí donde "caían" ejecutivos, obreros, comerciantes y hasta delincuentes. Porque para el trago y la canchita, las conversaciones entre compadres y amigos, no tenía excepción. Todos sentados frente a una rustica mesa y unas pobres silla de madera, carcomida por los años, pedíamos a gritos que prendan la vieja rockola para luego de tres vasos pararnos y colocar una moneda de "un real" ó 10 céntimos para que el viejo disco de 45 RPM escarchado por la continuidad con la que se tocaba, retumbe en nuestros oídos y nos haga reír, llorar y sufrir al compás de “Marabú”, “Mi niña bonita”, "Amor de Pobre", la inolvidable “El retrato de mamá” y tantos más que nos hacia maldecir aquel amor que se fue, recordar los amores que se encontraban en cada esquina ó simplemente "llorar" porque nos iba mal en en esta vida.

Muchos consideraban a Lucho Barrios, sin conocerlo, su amigo entrañable, porque les desgarraba el alma, con sus canciones ó, de alguna manera, les hacia olvidar las penas del corazón que posibilitaban entrar en las nauseabundas, pero inolvidables cantinas, llamadas por nuestras abuelas, esposas, novias ó madres, despectivamente como "de mala muerte".

Recuerdo mi paso por una radio local, trabajando desde los 15 años y sacando adelante la programación de una desaparecida emisora en la vieja Amplitud Modulada. Ahí tuve la oportunidad de conocer y conversar, tantas veces, con Lucho Barrios quien, en la oficina de programación, esperaba su turno para ser entrevistado. Este redactor, en aquellos años quería saber del bolero y sus raíces y ahí Barrios contaba anécdotas de su paso por tantos escenarios del mundo.

Tiempo después de salir de aquel trabajo, lo encontré por el centro de Lima y para nuestra sorpresa, nos reconoció luego de muchos años de estar desvinculado de todo lo que era el mundo de las comunicaciones y el periodismo. Porque Lucho Barrios se caracterizaba por su humildad y generosidad.

Lucho Barrios siempre fue un triunfador. Sus canciones son verdaderos himnos populares. Su arte traspasó fronteras que lo llevaron cantar en Europa y Asia, incluso al teatro Olympia de París.

"Marabú" es el tema que lo dio a conocer. Para todo chalaco de finales de los años 50, esta canción le desgarra el corazón. Muchos lo vinculan a ese extraño binomio propio de los bohemios de siempre. "El romance y el trago".

Muy pocos saben que Lucho Barrios grabó varios valses. Por ahí tengo los viejos 45 guardado como "tesoros", pero ninguno como "Marabú" grabado en 45 RPM bajo el sello Odeón que distribuía El Virrey.

Lucho Barrios grabó en sus inicios éxitos como “Mentirosa” o “Marabunta”. De esa última canción se deriva uno de los primeros apelativos con los que sus seguidores lo conocían – Mr. Marabú.

Lucho tenía muchos apodos. Se le conocía como "Rey de los Cebolleros", nombre que se le dio en Chile por lo sentimental de las letras de sus canciones, mientras en el Perú sus amigos más cercanos lo comenzaron a llamar con el apelativo de "cabezón".

Nadie es profeta en su tierra y cuando estas con vida, nadie te reconoce lo que vales. A Lucho Barrios, muchos peruanos de esta generación recién comenzaron a reconocerlo como el triunfador que era en Ecuador y en Chile cuando, precisamente, fue invitado hace un par de años atrás a un programa de la televisión chilena conducida por Pedro Carcuro donde le cantó a la mismísima Cecilia Bolocco, "Mi niña bonita".

El momento más célebre de su carrera fue cuando dio un recital en el teatro Olympia de París en 1987. En esa sala se han presentado también artistas de la talla de Charles Aznavour.

En su dilatada vida artística, grabó discos en Perú, Chile, Colombia, Venezuela, Estados Unidos, Bolivia y México.

Pero Lucho es querido por el pueblo porque siempre fue parte de él. Vivió como siempre. Amaba el canto y lo único que pensaba, allí postrado en un humilde hospital al final de la avenida Grau, era cuidar su voz porque el fin de semana tenía que volver a trabajar.

Así son los grandes ídolos del pueblo. Usted cree que alguien recordará a alguno de nuestros políticos que se llenan los bolsillos y viven a costa del sufrido pueblo. Lucho Barrios no le pidió nada a nadie. Solito se fue al hospital 2 de mayo. El hombre que se paseó en el Olympia de París y que fue el único peruano que unió a chilenos y peruanos. Hoy terminaba su vida tal cual vivió porque no importa si tenía mucho o poco. Lo que importaba era sentir el beso de aquella viejecita, el apretón de manos de un avezado malandrín, un bohemio despechado o un ejecutivo importante para finalmente escuchar el aplauso del público que lo seguía en cualquier lugar donde se presentaba llenando locales.

La última actuación de Lucho Barrios fue la semana pasada en el “Maracaná” de Jesús María, junto a todos sus compañeros boleristas, pero su muerte no solo causó dolor en Perú sino también en Chile donde Barrios popularizó en dicho país una canción dedicada a Valparaíso. Tal fue el cariño de los chilenos por este bolerista peruano que el presidente de ese país, Ricardo Lagos lo condecoró por ser un peruano ejemplar. También fue condecoró con la OEA por su acercamiento a través del vinculo musical a los países limítrofes.

En el Perú uno de los pocos homenajes oficiales que se le realizó en vida fue la inauguración del parque “Lucho Barrios” ubicado en el sector 4 del jirón Bocanegra en el Callao.

Ha fallecido Lucho Barrios quien con 50 años de carrera artística y cuyas 150 canciones grabadas, quedarán en forma permanente en el corazón de los peruanos y extranjeros en el mundo entero.

Hoy los bares, restaurantes y demás “huariques” deben estar de luto, porque con Lucho Barrios se va una época maravillosa y aunque sus canciones sigan sonando en todo el mundo, la vieja rockola, seguramente, quedará guardada o regalada a cualquier “cachinero” que pase por ahí. No obstante, ningún bohemio olvidará cuando el mozo de cualquier bar de nuestro país, sea por ejemplo de la cuadra 2 de Sáenz Peña en el Callao donde ahora funciona una cebichería que ni por asomó llena el local de cuando lo rentaba una dulce viejecita que convivía diariamente con bohemios y borrachos del primer puerto, o tal vez de la cuadra 10 del centro de Lima y hasta del viejo bar del jirón Peñaloza en la Colmena, donde era común observar al mozo tirar el aserrín para, a golpe de las 5 de la mañana, baldear el piso y despertar a los últimos borrachos que quedaban en el bar, con el grito: "Señor, señor, ya es de madrugada vamos a cerrar..." mientras Lucho Barrios seguía interpretando a través de la vieja rockola, 'Me engañas mujer/con el mejor de mis amigos que fue/como un hermano que es../y a los dos perdonéeee'.

Hasta siempre maestro...