No por algo la gente no pasa al Congreso, no por algo el pueblo repudia el despilfarro congresal, no por algo cuando suceden los “cierres” parlamentarios la gente aplaude con alegría estas autoritarias decisiones, porque sencillamente ese recinto parlamentario se ha convertido en una corte de aprovechados y comodones que han ingresado solamente por el hecho de ganar billete y poder.
Claro está que existen honrosas excepciones, sin embargo mientras el grueso haga lo que le venga en gana, el pueblo desaprobará todo acto de corruptela de un poder que con el tiempo en lugar de enmendar empeora y para colmo impunemente.
Primero la congresista Canchaya es denunciada por contratar como asesora a su empleada domestica y en el colmo de los colmos en lugar de defenderse de las contundentes denuncias apela a argumentos irrisorios mientras aparecen más fotos comprobando que su “asesora” era en realidad su domestica. No contento con ello a pesar de estar siendo investigada aparece en su oficina congresal y para ocultar sus despropósitos irrumpe y hasta atropella a una reportera todo por el hecho de ampayarla infraganti.
Luego de esto aparece otro congresista que es denunciado por contratar a una persona sin trabajar. Es Walter Menchola, aquel incondicional de Castañeda Lossio que cautivado por la universitaria Karen Ku decidió favorecerla con un ventajoso contrato laboral (dichosa ella) pero nunca hizo ninguna labor para la que supuestamente fue contratada. Un programa televisivo la denunció por cobrar un sueldo sin trabajar. Además, su hermano y su padre disponían de un par de camionetas de la Municipalidad de Lima, donde Menchola había sido regidor.
Por supuesto que inmediatamente Castañeda Lossio salió a cuestionar dicha actitud y aunque la denuncia todavía tiene para rato. Sin duda que este tema puede causarle problemas a nuestro actual alcalde de Lima cuyas inocultables aspiraciones presidenciables son cada vez más latentes y hacen que desde ya más de uno piense en hacerlo resbalar.
No contento con ello y a pesar que Luís Bedoya de Vivanco haya salido al frente denunciando “intereses ocultos” (Recordemos que Unidad Nacional es la “líder” en este ranking de “comodines”), el asunto ha traído una ola de denuncias en donde sale ha relucir ese viejo estilo tan propio en nuestro parlamento, que no es nuevo, sino recordemos que en tiempos de Fujimori también se habló de lo mismo, sin embargo como ese régimen estaba tan podrido, esos casos pasaron al olvido.
Sin embargo los casos continúan desempolvándose como la del congresista Ricardo Pando de las filas fujimoristas quien contrató a Liliana Reategui como “empleada fantasma” siendo la verdadera ocupación de la señorita en mención, nada más y nada menos, que la de profesora de educación inicial. Pando ha dicho que reconoce su “error”, pero que dicha contratación se debió a la recomendación del oficial Rosel Altamirano y que finalmente era esa persona quien cobraba dicho “apetitoso” sueldo.
Otra “perlita” la constituye el parlamentario Edgar Reymundo quien tuvo como asesor a Eduardo Rivera Cortijo que cobraba en dos dependencias estatales, a la vez.
Y mientras se suceden una y otra denuncia la Comisión de Constitución del Congreso continua con el debate sobre la reforma de la Carta Magna. Aquella a la que muchos magnifican, pero nadie la respeta y ya se habla sobre un retorno a la bicameralidad, vale decir volver a reabrir el senado y que entren más personas a este recinto parlamentario.
Y constituye de gran importancia y reflexión el hecho que se decida este tema, pues son reformas impostergables y que urgen de una definición inmediata. Sin embargo a pesar que muchos ilustres constitucionalistas promueven las ventajas de volver a un sistema que puede ser más eficiente. Sin embargo muchos no entienden que existe un país “real” y un país “legal”. Y ciertamente el “real” compuesto por el grueso de pobladores a las que apenas les alcanza el dinero con que subsistir, en un país donde muchos de sus amigos, vecinos o familiares, apenas usan un “recurseo” pues no tienen trabajo fijo, aquellos que apenas con cuatro cositas que compran y un menú diario llegan con la justa a la quincena o de otros que por falta de trabajo tienen un "puesto en el mercado" o una bodeguita conque subsistir y al que la inclemente SUNAT le exprime a más no poder con impuestos y más impuestos con que satisfacer el despropósito de los políticos oportunistas. Ese país le llega altamente si el Congreso es productivo o no. Quieren que no existan más parlamentarios que ingresen y que sean más Canchaya, Menchola y demás aprovechados.
Ese país “real” despotrica del Congreso, no lo quiere ver pues ambiciona lo que otros “aprovechados” que llegaron al Parlamento tienen, altos sueldos, bonificaciones, CTS, gratificación y encima le “sacan la vuelta” con empleados fantasmas, vale decir, entran al Congreso para darse la gran vida junto a sus familiares, amigos, parejas y conocidos.
Basta con salir a cualquier punto de nuestra capital y realizar una rápida encuesta y encontrarnos con ese país “real” que le dice “NO” a la bicameralidad. Ellos no entienden de argumentos jurídicos y de beneficios en las leyes del parlamento. ¿Y saben porqué? Porque por más que nuestros políticos piensen que esto se llama “demagogia”, simplemente es hartazgo hacia una clase política abusiva e inclemente que no entiende que están ahí para servir y no servirse. Por más que se diga que el poder es una tentación al alcance de la mano, por años el pueblo ha visto corruptela y más corruptela que lo único que ha propiciado es el auge de tiranos y autoritarios que intentan liderar cruzadas cuando los “demócratas” abusan y pretenden ser “salvadores” cuando en realidad son más de lo mismo.
Por ello urge mano fuerte y decisiones firmes por parte de la presidenta del Congreso. Si el APRA está en el poder fue porque el pueblo lo decidió y, aunque nos cueste decirlo, es el único que puede, siquiera, lavarle el rostro a esta suciedad. Ya García en el Poder Ejecutivo siquiera demuestra actitudes, en este tema, más firmes para contener el despilfarro y aprovechamiento. Lo mismo debe hacer la mesa directiva del Congreso. Pues por año hemos visto que el mal llamado “compañerismo parlamentario” ha servido para que antejuicios y denuncias vayan al “baúl de los recuerdos”. Si Mercedes Cabanillas demuestra mano firme pues el pueblo, ese “país real”, observará avances y verá con mayor agrado a un poder legislativo que luce cada vez más desprestigiado. Pues lo menos que se puede esperar es el desafuero parlamentario a Elsa Canchaya y a todo aquel al que se le compruebe que utiliza “argucias” de este tipo para llenarse los bolsillos o pretender favorecer a familiares y amigos mientras el grueso del pueblo tiene que buscar a duras penas un trabajo con que subsistir antes que llegue a los cuarenta años y se le cierren las puertas, pues trabajo a esa edad no se consigue mientras “comechados” y “bribones” se la llevan fácil todo porque en política el sinvergüenza tiene un espacio reservado.
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