miércoles, 9 de mayo de 2007

EL SHOW DE LA TELEVISION

Sin duda los chismes y escándalos son los que más audiencia generan, por ello la mayoría de programas apela a todo con tal de obtener una noticia que provoque repercusión y con ello ganar mas adeptos porque sencillamente ser el más sintonizado es sinónimo de obtener mejores dividendos publicitarios.

Mientras unos son muy ingeniosos y demuestran intelecto y capacidad para sacar adelante un programa, otros copian “viejos estilos” o se cuelgan de la noticia más “espectacular del momento” para seguir y seguir con la polémica y exprimirlo a más no poder para siquiera obtener algunos puntitos de sintonía.

Hoy en día todo gira en torno a este tipo de estilo que tiene un punto referencial y ese es el mundo del espectáculo, lugar donde los escándalos están a la orden día. Allí vemos personajes de todo tipo que han utilizado la televisión para publicitarse merced a sus dimes y diretes logrando cierta fama que es propicia para sus intereses, estos son los popularmente llamados "figurettis" y también están aquellos que detestan el asedio de la prensa, son esas personas que ya tienen un nombre y que no necesitan del periodismo ni mucho menos de fotógrafos "cargosos".

La actitud de Gisela Valcárcel el domingo pasado en contra de un fotógrafo de la revista Magaly TeVe ha servido para volver a recordar estos viejos estilos que se han impuesto en nuestra televisión, no de ahora sino de hace un buen tiempo atrás, y aunque los excesos sean actitudes características, en algunos casos, de ciertos medios, también es verdad que nadie debe tirar la primera piedra ni mucho menos expresarse de esa manera ante una persona que cumplía con su labor.



Porque esas palabras, “Por mí te llevas un pan a la boca” sin duda afectan a un sector del gremio, especialmente de aquellos periodistas de pie (reporteros, fotógrafos y redactores) que soportan todo tipo de insultos, desplantes, improperios de aquellos que miran mal a la prensa cuando le son incómodos, pero cuando los necesitan son los primeros en tratarlos bien y hasta darles comida y trago, como si uno hace su labor por un sándwich o una gaseosa.

Gisela Valcárcel no puede tratar a una persona de esa manera por más que ella, supuestamente, tenga la razón. Sin duda no es propio expresarse de esa manera. Además la señora Valcárcel por su mismo pasado farandulero sabe lo que es el acoso de la prensa, sean simpáticos o antipáticos hacia su persona. La imagen registrada la dejó mal parada por más que ella argumente que hayan sido editadas, pues los exabruptos vertidos por ella la descalifican totalmente.

Aunque también debemos dejar en claro que Gisela tiene razón en decir que ha sido victima de la señora Medina con adjetivos de todo tipo, comentarios muy ofensivos e incluso denuncias donde la dejaban mal parada (¿Se acuerdan de la famosa entrevista de Magaly a Roberto Martínez, ex de Gisela y que motivó que la rubia la enjuiciara?



Es que el fenómeno Magaly Medina no se dio de un día para otro, fue todo un proceso, que utilizó la conductora y su productor para hacerse conocido. Por ello la conductora, en sus inicios, utilizó todos los recursos posibles para poder llamar la atención y entre ellos la imagen de Gisela Valcárcel resultaba propicia para poder “coger” a alguien y darle y darle, buscando polémica y debate, cosa que ingenuamente la rubia no pudo esquivar.

Con los años Magaly ya con la imagen ganada pudo desprenderse de ciertas “aptitudes” y hoy se da el lujo de escoger a sus enemigos y saber cuando es propicio defenderse de los ataques de la gente que no la quiere y cuando no, es ese estilo tan mordaz con ciertos personajes del espectáculo que la han encumbrado por muchos años como líder en su horario.

Porque una cosa hay que destacar de Magaly, y esa es su gran habilidad por generar noticias y lograr la atención de los televidentes, tiene a la farándula bohemia como sus “lornas” a las que no deja de ampayar y también de aquellos personajes que armas broncas y escándalos por ganar un espacio en su programa, lo que para actores y conductora resultan atractivamente beneficioso.

Es que en este mundo televisivo nada está hecho por gusto, todo está debidamente planificado por eso es que más de uno piensa que lo que actualmente está en juego es la apetitosa torta publicitaria que es crucial para la vida o muerte de un programa. Lamentablemente el horario de las nueve de la noche en Frecuencia Latina (canal donde labora el esposo de Gisela) está siendo poco menos que lapidado por Magaly Medina y hasta por América Televisión lo que preocupa a los directivos del canal de San Felipe y provoca más de una suspicacia sobre cual sería el real objetivo en torno a estos exabruptos de la rubia.

Es risible también pretender liderar una cruzada contra la televisión dañina cuando lo que vemos en todos los canales privados no es precisamente algo que se pueda llamar televisión blanca.

No estamos de acuerdo en algunas actitudes que tiene ciertos colegas contra la farándula (nos pareció excesivo el trato de Magaly hacia César Ritter y la forma como se burlaba de las lagrimas del actor), pero de ahí el pretender cerrar un programa mediante "cruzadas" intentando no comprar determinado producto que publicite ese programa, nos parece por demás exagerado porque al público nadie le va decir lo que debe o no debe ver porque, por lo demás, nadie tiene la culpa que el programa de la señora Medina sea muy sintonizado.

Si la señora tiene éxito es por su capacidad por realizar programas que gusten a las mayorías (sean o no amarillistas). En todo caso lo mas recomendable es buscar un programa que pueda tumbar a Magaly, y ahí está todo el asunto, no saben como tumbarla, sencillamente, no pueden crear una propuest mejor, porque lamentablemente creatividad no existe en nuestra televisión. El día que alguien encuentre la formula para tumbar a Magaly Medina, ese día la conductora desaparecerá porque será el público el que decida que ya no le gustan los chismes sino la propuesta que ofrece el otro canal. Pero mientras nos colguemos de las entrevistas y escándalos de la conductora para realizar sus programas, realizar series irregulares y carentes de todo interés o simplemente colocar solo enlatados del extranjero pues simplemente Magaly seguirá liderando ese horario presentando a unas chicas de dudoso pasado, que fungen de actrices diciéndole “zamba canuta” a otra ex porrista que no es precisamente una “reina de virtudes” o presentando a una cantante a quien su jovencito de turno “le ha sacado la vuelta” con otra que dice que tiene un hijo de él; y todo eso porque no encontramos mejores propuestas que ver y nos volcamos al programa de la señora Medina para ver o criticar los padecimientos de otros. Este es el show de nuestra televisión, lo del domingo sirvió para ver las actitudes de algunos, las argucias de otros y el interés de aquellos, todo que no pasa de ser eso. Un simple y mero show.

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