NAVIDAD: ESPERANZA QUE NO SE APAGA

Lima, 24 Diciembre 2007.- A pesar de los problemas cotidianos del país, la tradición no se extingue. Con el mismo entusiasmo de siempre, niños y adultos esperan la llegada del mítico viejito pascual a las doce de la noche. Como ven, Papá Noel no está sordo: tampoco los peruanos. Por eso he aquí una carta referencial de lo que quisiéramos todos los peruanos que nos regale don Santa en estas fiestas de unión y reflexión.

Querido Papa Noel:

Demás está decirte como llegamos cada año, lleno de expectativas, por recibir estas fiestas en unión de nuestros seres queridos complacidos por los regalos y sorpresas que nos prepara, no sólo la fiesta familiar, sino en el colegio, la universidad y hasta en el centro laboral donde "el amigo secreto" parece un buen pretexto para compartir esa "unión y cariño" que, muchas veces, durante los días normales parece no existir.

Sin embargo debemos dar gracias a Dios porque la gran mayoría de nosotros tenemos una familia donde pasar nochebuena, porque día a día el incremento de la niñez desvalida se incrementa cosa que las famosas "chocolatadas" en su gran mayoría resulta insuficiente para un grueso de habitantes que por preferir laborar no puede asistir a esos eventos que realizan los municipios, gobiernos regionales y demás entidades del estado para, mayormente, darse un baño de popularidad, aunque, como decimos, muchas veces, eso ni se siente. Felizmente hoy en día todos los colegios realizan este tradicional evento que compensa lo que en muchos hogares, tal vez, falte, el chocolate, el panetón y los juguetes para nuestros hijos.

Pero ¿es esto suficiente? Porque para la mayoría de peruanos lo que deseamos realmente es que no nos falte trabajo, requisito vital para subsistir, y llevar el pan a nuestro hogar. Por otro lado, también lo que muchos deseamos es vivir en un país mucho mejor, porque es difícil pensar que pueda existir un Perú mejor, cuando lo que vemos a diario es envidia, ambición y correuptela mundana que impide que "ese mundo mejor" se acerque si quiera un poco a nosotros, por ello la situación sigue siendo la misma, donde la corruptela, los lobbys, y demás podredumbre nos envuelve, día a día. Sabido está que muchas de nuestras autoridades llegan a servirse y no a servir.

Por eso, no solamente deseamos unión y amor sino que nuestro país, siquiera, dé un paso importante para el cambio, y ello tal vez pueda realizarse si, siquiera, algunos de nuestros deseos puedan ser cumplidos como, que no existan "degenerados" que violen a nuestros hijos y sigan caminando libres por las calles; que los hombres no orinen en nuestra ciudad a la vista y paciencia de los transeúntes, incluso, de las niñas que pasan por los míseros rincones del centro de Lima convertido cada día en un verdadero muladar; que los decanos de los colegios profesionales ejerciten su labor pensando en su gremio y no en sus bolsillos; que la coima no sea "el pan nuestro de cada día"; que se efectúe una auditoria en varias universidades privadas donde los decanos y principales autoridades ganan más que el presidente (sin exagerar); que exista una ley de lobbys, proyecto, hoy, "durmiendo" en el baúl del olvido en el Congreso, para de una vez poder reglamentarlo y erradicar de alguna forma esa práctica que ha hecho que muchos se enriquezcan a costa de nuestro país; que exista revocatoria de congresistas; que pueda haber un único gremio que agrupe a todos los medios de comunicación en general; que alguna vez algún ex mandatario, asesor o ministro vaya a la cárcel por robar al país; que la Sunat mantenga esa "correa dura" no solo con los pequeños contribuyentes sino también con los de "cuello y corbata" a quienes se les exonera de todo pago; que el cargo de congresista sea ad honoren porque allí veríamos que perdería todo interés de muchos políticos el querer postular y llegarían los que verdaderamente quieran servir al país y no servirse de él; que la Federación Peruana de Fútbol sea objeto de una auditoria y que tanto inepto sea sacado de los altos cargos que hoy rigen a nuestro fútbol; que se le suba el sueldo a los policías y que se les brinde todo el apoyo a nuestras Fuerzas Armadas con el atenuante de que, si existe corrupción también se les castigue con todo el peso de la ley; que la burocracia sea exterminada de toda oficina pública; que se castigue todo acto de corrupción con una severa sanción penal; que el Poder Judicial sea totalmente reorganizado; que el esperpento ese llamado Sutep sea erradicado; que exista una ley plural y transparente para todo tipo de Asociaciones, sindicatos y ONG que solo sirven para que unos cuantos ganen como “rey” a costa de las minorías; que se combata la piratería, pero que se regularice los impuestos a los productos originales para que esté al alcance de las mayorías; que los libros sean exonerados de impuesto; que los ministros y funcionarios públicos tengan un cuadro de remuneraciones según sus méritos y funciones; que se inculque a nuestros niños el amar y defender a nuestro país sin recurrir al nacionalismo extremo, que patentemos nuestros principales productos de exportación; que mantengamos una correcta labor diplomática con nuestros vecinos sin dejar de observar lo que ello hacen y no hacen; que fomenten los valores en nuestros niños y aprendamos a defender nuestro territorio aún con nuestra propia vida y no permitir que ningún gobernante regale lo que por derecho nos pertenece; que prevengamos con verdaderos expertos el problema de la escasez del agua; que nos dejemos de falsa perorata y comencemos a equipar a nuestras Fuerzas Armadas.

Son muchas cosas, Santa, pero este abundante mensaje refleja lo que verdaderamente deseamos todos para nuestro país. No queremos perfección, pero sí avances porque los años han pasado y la corrupción, el hambre y la miseria han crecido a pasos agigantados ¡Papa Noel, tu que te acercas al redentor, pídele que se acuerde de nosotros! ¡El Perú somos todos, mientras más unidos estemos, más grande seremos!

¡Feliz Navidad querido país! , ¡Paz, Amor y Felicidad para todos!...