LA DOBLE MORAL

Lima, 23 Abril 2009.- Lo ocurrido en Paraguay se ha convertido en "práctica común" en el Perú y en muchos países. Es la práctica de la doble moral, la que siempre está presente en nuestra vida política porque todos sabemos que los políticos son los más propensos a practicarlo, pero no obstante por desinterés o desconocimiento de los electores siempre dejamos pasar por alto, lo que debe ser prioritario y esencial, a tomar en cuenta a la hora de votar en las elecciones. El comprobar que nuestro candidato favorito exhiba unos antecedentes intachables.

Mientras Paraguay sigue conmocionado por la confesión del presidente Fernando Lugo de que tuvo dos hijos cuando aún era obispo, ahora un tercer hijo no reconocido le salpica en el rostro a alguien que ahora no deja dudas de una doble moral escondida a más no poder.

Esto nos lleva pensar cuál importante es demostrar ante nuestros electores que no escondemos nada en nuestra vida de que reprocharnos. Difícil, verdad porque generalmente nuestros candidatos, son tan o más sinvergüenzas que otros. Son personas que ambicionan ese poder que los pueda sacar del anonimato, enriquecerse y burlarse del electorado que creyó en ellos. Pero ahora, por ejemplo, ¿Podremos creer en otro cura que nos diga que quiere tentar la presidencia para favorecer a sus feligreses? Poco probable, pero no imposible que ello ocurra, todo porque a nuestros electorales la política es algo poco importante en sus vidas y permiten con su desinterés en que este tipo de personajes gobiernen impunemente. Ya ven como en nuestro país, la hija del presidente más corrupto de la historia está liderando las encuestas.

Es más. Observemos como por un "plato de lentejas" en los asentamiento humanos de nuestro país, algunas personas "venden su alma al diablo" y son capaces de levantar en hombros a un convicto, a un personaje público o a un candidato presidencial por 20, 40 o 60 soles. Ello no sólo se ve en nuestro país sino en muchos otros países.

Es la doble moral. El mostrar el lado bueno a los electores para delinquir, pisotear y hasta hacer hijos escondidos en la penumbra de la noche y bajo cuatro paredes esperando que los lobbystas (mal llamados asesores) nos tapen nuestras cochinadas.

Y como siempre, nuestra iglesia, queda tan mal parada en este lío del obispo presidente que no le queda otra cosa que "aplaudir la actitud del ex religioso de reconocer sus errores" o como un amigo de Lugo lo dijo, llamar su confesión como "un acto de valentía y sinceridad" (¿?).

El tema de Lugo, nos recuerda el papel de muchos mandatarios que estuvieron envueltos en este tipo de líos. Aunque ni Menem, Morales o Lula estuvieron tan salpicados como si lo estuvieron nuestros dos políticos más representativos. Primero, Alejandro Toledo que reconoció hipócritamente a su hija, recién en el 2002, por temor a perder la presidencia, después de una larga y complicada batalla judicial, por la paternidad de Zarai, una joven que en ese momento tenía 14 años. Su madre llevaba años reclamando ese derecho en los tribunales.

Y en segundo lugar Alan García quien tuvo que admitir en el 2006 públicamente haber tenido un hijo extramatrimonial, Federico, fruto de un romance con la economista Roxana Cheesman. García ya tenía cinco hijos de sus dos matrimonios anteriores. Nuestro presidente hoy se deja ver como "padre amoroso" ante las cámaras aunque más de uno tenga una versión distinta de los hechos en las que sale mal parada doña Pilar Nores.

Es por eso, que el caso Lugo nos recuerda, que no basta pretender ser un ciudadano ejemplar sino hay que demostrarlo.

El mundo está lleno de hombres que sino hubiera sido por su alto cargo público estamos seguros que no hubieran reconocido sus extra relaciones.

Por ello, algunos concluyen que si un sujeto se comporta así en su vida personal, como será dentro de ese poder omnímodo cuyo botín (el aparato estatal), luce tan apetitoso como atractivo.

Seguramente estos hechos dañarán la imagen de Lugo, pero saldrá adelante. Que llame por teléfono a nuestros políticos. Ellos sabrán asesorarle que hacer en estos casos.

Ya ven como nuestro "cholo sagrado" es entrevistado como una eminencia gris junto a su gringa adorada donde le preguntan de todo, pero nada con el caso Conapa, la relación judicial de sus hermanitos o sobre Lady Bardales, o ya ven como Keiko es entrevistada complacientemente por muchos en la televisión y hasta por el "ex niño terrible"

El escándalo en Paraguay podría ser utilizado por la oposición para intentar desestabilizar la gestión de Lugo, pero saldrá bien librado porque a nuestra población no le importa la política, no vive de eso sino de su trabajo. Sólo unos cuantos pícaros y sinvergüenzas saben sacar migajas gracias a las portátiles camufladas, pero nada más.

Por eso hay que estar alertas porque ya se viene la campaña electoral en nuestro país y los "moralizadores" estarán al acecho tratando de convencernos que la hija del ex presidente es la mejor opción (para sus fujimoristas, será), que el cholo sagrado es la alternativa (para sus hermanitos y los amigos de su madame, tal vez), que el llamado comandante es la alternativa (del lado chavista seguramente). Por ello pensemos desde ahora, porque: Quien no es un buen padre no será jamás un buen mandatario y quien no es una persona ejemplar, en la vida será un buen administrador del estado. Cuidado que los lobbystas ya maquinan sus estrategias para que los mismos de siempre vuelvan al poder. Para, posteriormente, volver a lo que siempre hemos escuchado. Corrupciones, nepotismo y desfalco cuyas acusaciones, como en anteriores oportunidades, jamás fueron comprobadas. Felizmente uno ya está en la cárcel, pero ello jamás será suficiente.