INTERESES COMUNES

lima, 03 Octubre 2007.- Alejandro Toledo ya está preparando su vuelta a canchas peruanas. Aquel personaje cuya familia casi lo hace tambalear producto de sus escándalos y denuncias por corruptelas. Aquel que muchas veces mintió a más no poder todo bajo el manto de la sacra democracia y sobretodo aquel que negó hasta por las siete mil vírgenes que Zaraí no era su hija. Ese personaje que aprendió, en cierta forma, a gobernar y merced a la estabilidad de nuestra economía salió entre aplausos y vivas de muchos peruanos; ahora con el ego levantado prepara su casi segura vuelta a la política peruana con miras hacia las elecciones del 2011.

Y también tenemos por el otro bando político al comandante radical. Aquel que saboreó un triunfo en primera vuelta que casi lo lleva a la presidencia, para espanto del poder político y empresarial que lo veían como un discípulo más de Hugo Chávez, cosa que hasta ahora parece cada vez más claro, con ideas retrógradas de los años sesenta, entre estatismo y caudillismo, que nunca fueron solución a nada, ahora también, al igual que su nuevo amigo comienza ya a trabajar con miras a las próximas elecciones.

Ambos, con más diferencias que coincidencias han decidido reunirse y encontrar puntos comunes que les permita ayudarse mutuamente y proseguir el camino hasta donde la política los lleve, puesto que ambos tienen un interés común que hace inviable que este aparente acuerdo sea hasta el 2011. Y ese es la Presidencia de la República.

Por supuesto que el APRA no ve con buenos ojos dicha reunión por la aureola de misterio que envolvió, inicialmente, a la misma. Jorge del Castillo, ha señalado que la reunión entre el ex presidente y el fundador del Partido Nacionalista sirvió para que los dos -olvidando convenientemente las viejas pugnas que animaron en pasadas coyunturas- impulsaran la interpelación y censura parlamentarias contra algunos ministros del Gabinete que él preside.

Del Castillo, incluso ha recordado lo mal que se llevaron nacionalistas y toledistas en el pasado. "¿Tan rápido han olvidado los agravios que se cruzaron? ¿El fin justifica los medios para ellos?, se ha preguntado el Premier. Ese encuentro ha sido entre alguien del sistema con alguien antisistema. ¿Qué cosa hubo allí? ¿Qué confabulación puede estarse planificando? Eso lo vamos a ver en los próximos días, pero es obvio que el humalismo está llevando de las narices al toledismo en este tema", aseveró el jefe del Gabinete.

Por eso surge la pregunta: ¿Qué interés elevado podría reunir al ex presidente Alejandro Toledo y al líder del Partido Nacionalista, Ollanta Humala?

Es que a pesar de los encontrones del pasado y las abismales diferencias ideológicas entre ambos. Cuando se trata del poder, la historia nos dice que hasta los peores enemigos han encontrado “puntos de concordancia”.

Toledo necesita del grupo parlamentario humalista para poner en aprietos a los apristas y Humala necesita esa buena imagen en el exterior que proyecta Toledo. Vale decir los toledistas quieren la cabeza de Alva Castro mientras que los nacionalistas quieren congraciarse con los amigos de mister Bush.

Ambos se necesitan ahora, más adelante es otra cosa. Pero ambos se necesitan por intereses comunes necesarios para su trampolín político.

Ahora bien, tampoco el aprismo se debe rasgar las vestiduras pues sus "coincidencias" con el fujimorismo son cada vez más elocuentes. No por algo ahora ya se habla de un indulto al preso ex presidente. Seria bueno que el APRA también empiece por explicar todos los contactos que ha tenido con los principales líderes del fujimorismo.

Dicen que así es la política. Claro puede ser, pero que después no salgan con su cara de "yo no fui" o a sentirse mártires, es algo inaceptable para estos personajes que "tiran la piedra y luego esconden la mano", todo porque en juego esta ese apetitoso botín llamado Poder.

¿Cómo explicar que en el 2006 Ollanta Humala que calificó a Toledo de "sinvergüenza e imprudente" ahora lo reciba amigablemente?

¿Cómo explicar los abrazos entre los presidentes Alan García y Hugo Chávez, y el comentario de ayer del embajador venezolano en Lima de que ambos se contactan con frecuencia, luego de que se dijeran vela verde hace un año, desde 'ladrón de siete suelas" hasta "caimán del mismo pozo"?.

¿Cómo explicar que la reunión se haya realizado en la vivienda del congresista nacionalista Daniel Abugattas, ubicada en la urbanización Camacho (La Molina), aquel personaje que en plena campaña lanzara un insulto de grueso calibre a la esposa de Toledo y ahora nuestro ex presidente "olvidando" tamaña afrenta se haya sentado con él en una mesa?.

Pero que podemos esperar de nuestra clase política, tan venida a menos, manchada por investigaciones, corruptelas, insultos y demás acusaciones, todas ellas, por demás, reprochables.

Hablar de conspiraciones, son cosas inverosímiles pues al APRA, que se las sabe todo, difícilmente podrán tambalearlo, pero sería interesante que estas conversaciones, siquiera pretendan ser transparentes. Si los encuentros entre líderes fueran así, no sorprendería esto porque se presumiría que quieren un cambio por el país y que todos nosotros nos beneficiaríamos del intercambio de ideas para mejorar la calidad de nuestro sistema político y de nuestras propuestas por el país. Todo esto es profundamente deseable, dentro, por supuesto, de la más absoluta transparencia y de la más franca toma de posiciones.

Pero lamentablemente nada de esto es real. El único interés común de nuestra clase política es obtener el poder y para ello se sentarán hasta con quien antes nos haya pisoteado hasta el piso o haya mancillado el honor de nuestra familia con insultos. Todo vale con tal de obtener la llave de Palacio de Gobierno. Recuérdenlos cuando volvamos a las urnas. Desde ya empecemos a pensar para que después no nos digan desmemoriados y pretendan faltarnos el respeto todo porque la mayoría se cansó de creer en profesionales de la política que nada bueno obtenemos de ellos cuando les otorgamos nuestro voto de confianza.