LA LADY Y LOS GOLPISTAS

Lima, 28 Noviembre 2007.- Muy lento como siempre, pero al fin y al cabo el Poder Judicial va sancionando a los que de una u otra manera han tenido que ver con corruptelas y abusos en el pasado y que como siempre, parecía que eso iba a parar al archivo de los recuerdos.

No obstante, por mera coincidencia, el Poder Judicial dictaminó, en un mismo día, dos medidas importantes para lograr que la corruptela y el abuso no sigan impunes en el país. Mientras se sentenció a los implicados en el autogolpe del 5 de abril de 1992 también la Cuarta Sala Penal para Reos Libres ordenó a la Policía Judicial la ubicación y detención de la ex escolta presidencial, Lady Bardales, para que sea recluida inmediatamente en el penal de mujeres 'Santa Mónica' por no haberse presentado a la lectura de su sentencia. Aunque algunas fuentes judiciales ya presagiaban que dicha sentencia sería desfavorable para la ex escolta presidencial ya que ella no ha podido demostrar cómo obtuvo más de 221 mil soles, durante su carrera policial.

Increíble como el poder y el dinero hace que las personas hagan hasta lo imposible por obtenerlo cueste lo que cueste. Lady Bardales de una simple escolta de Alejandro Toledo pasó a ser propietaria de terrenos y carros de lujo. Su relación con el entonces presidente, jamás probado, fue en aumento y eso motivo toda clase de comentarios hasta que atropelló a Carmen Blondet y se dio a la fuga. Fue detenida luego de intentar de escapar. Y a partir de ahí comenzó su vía crucis, ya Toledo no estaba en el poder y la ex teniente policial tuvo que afrontar todas las acusaciones que terminaron en el Poder Judicial. Ahí se conoció que había comprado terrenos en el norte y tenía un carro de lujo que contrastaba con el sueldo, de 800 soles más un bono de mil soles, que percibía. Como dice una vieja salsa de Tommy Olivencia ¿Cómo lo hace, cual es el negocio?. Sobran los comentarios.

Hoy, la ex escolta presidencial, sabiendo que la sentencia le sería desfavorable, ha optado por huir de la justicia. Pero será difícil que pueda evadirla por tanto tiempo; por lo que su ingreso a “Santa Mónica” es inminente.

Mientras tanto la Sala Penal Especial de la Corte Suprema condenó a 10 de los 13 ex ministros que participaron o avalaron el autogolpe del 5 de abril de 1992 por los delitos de coautor y cómplice secundario del delito de rebelión. El ex titular del Interior Juan Briones Dávila fue quien recibió la pena más alta: 10 años de prisión por coautor de los delitos de rebelión y secuestro.

El colegiado, presidido por el vocal supremo José Luis Lecaros, concluyó que Briones, a diferencia de los otros ex ministros, supo y participó con días de anticipación en los preparativos del autogolpe.

En cambio a los otros nueve ministros –Jaime Yoshiyama, Carlos Boloña, Absalón Vásquez, Víctor Joy Way, Oscar de la Puente Raygada, Jaime Sobero Taira, Alfredo Ross Antezana, Víctor Paredes Guerra y Augusto Antoniolli Vásquez– la Sala los condenó a cuatro años de prisión suspendida, que podría disminuirse a tres. También los inhabilitó por cuatro años en el ejercicio de toda función pública.

Los tres vocales supremos de la Sala Penal Especial coincidieron en señalar que si bien dichos ministros no participaron con anticipación en los preparativos, sí avalaron la acción al continuar en el gobierno pese a que ese mismo día presentaron su renuncia.

Claro está ninguno de los acusados han estado de acuerdo con la sentencia y han apelado dicho fallo objetando que son víctimas de persecución política. Ese tan mentado argumento de las cuales los fujimoristas pretenden escudarse. Pero a pesar de su perorata; esto sin duda, sienta un precedente en nuestro país porque ahora aquellos que aman los golpes de estado lo pensarán bien porque, tarde o temprano, cuando se vuelva a restaurar la democracia serán sancionados. Aunque, sí es cierto que en ese tiempo son muchos los que aplaudieron el golpe, inclusive hay algunos políticos que ahora desconocen lo que antes aplaudieron, pero no por ello debemos tener presente que este hecho atenta contra el orden constitucional. Porque si bien aunque el pueblo aplauda al principio tales medidas, el tiempo de los dictadores se torna insoportable y los que ayer son aplaudidos, mañana serán repudiados. Por eso, los ministros fujimoristas, algunos con título de abogado o con estudios superiores no pueden decir que no lo sabían. ¿o pensaban que fujimori sería eterno? Por ello a 15 años de esos hechos siempre se recuerda la figura del Ministro Alfonso de los Heros, quien mantuvo su decisión de no permanecer en un gobierno "que pateó el tablero" y se alejó del poder.

Claro está, como ya hemos visto anteriormente, a los acusados siempre le salen sus defensores y ya el primer vicepresidente de Perú, Luís Giampietri, manifestó su disgusto por la condena de diez años de prisión dictada por un tribunal contra el ex ministro del Interior, general Juan Briones quien por si fuera poco, también su hijo ha salido a defender al padre, al igual que los hijos del general Chacón o cuando la hija de Eduardo Calmet salió a defender a su padre en televisión. Tiempo después dicho personaje se fugó de prisión en un acto no del todo aclarado. Así ha sido, en estos últimos años. Ellos pretenden impresionar a la opinión pública cuando lo que cometieron merece ser castigado y es la justicia la que se encarga de eso. Hay muchos ministros sentados en la fila de acusados que “la han sacado barata”; pero por lo menos esto viene sentando un gran precedente en el Perú. Incluso algunos piensan que en el caso de los golpistas la apelación no es por los años dados sino por el billete que tienen que pagar por reparación civil, pues ahora que no están en el poder tendrán que pagar de su bolsillo.

Hoy por lo menos tenemos presente que tarde o temprano los golpistas serán sancionados no solo por este hecho sino por haber participado, de alguna manera, de un gobierno corrupto e inmoral.

El caso de Lady Bardales y de los golpistas, si bien difiere en mucho, tiene una particularidad, que es el de haber sido, ambos, manchados por la corruptela y el poder. Ese acto nefasto que hace que pisotees, abuses, delinques y pretendas luego pasar como perseguido político. Por lo menos esta vez la justicia siquiera se comportó a la altura de las circunstancias.