domingo, 28 de febrero de 2010

AHORA EN CHILE


Lima, 28 febrero 2010, (El Informante Perú).- Uno de los terremotos más poderosos de la historia sacudió a Chile en la madrugada del sábado, provocando al menos 214 muertos, demoliendo miles de viviendas, autopistas y hospitales y originando un tsunami que avanzaba por el Pacífico rumbo a Hawái.

Son cerca de 500,000 los damnificados causando graves daños en regiones como Valparaiso Libertador Bernardo O´Higgins, Maule, Bío Bío, Araucania y la región metropolitana de Santiago de Chile.

A esta tragedia se suma lo ocurrido en Japón cuya tierra tembló e hizo preveer de daños mayores que felizmente, hasta el cierre de esta edición, no ha ocurrido.

La escalada de terremotos se suma a lo ocurrido en Haití donde el caos fue total. También podríamos agregarle los distintos daños naturales, producidos por lluvias, truenos y huaycos que han causado tragedia en distintas partes del mundo, incluido el Perú.

Vivimos momentos difíciles en el mundo. Las tragedias se viven casi intercaladamente. Por ello es hora de reflexionar y prevenir contra posibles desastres, que esperemos no ocurra en el Perú.

Veo las imágenes de Chile y no hay otra cosa que expresar nuestra solidaridad con ese noble pueblo chileno que nada tiene que ver con la arrogancia que tienen la cúpula militar que cogobierna dicho país.

Es hora de dejar las cuestiones políticas e históricas para unirnos a este bello país que alguna vez visite y del que tengo bueno amigos y cuya gente me demostró amistad transparente y sincera.

De hecho, informes radiales revelaron que la sede del gobierno regional de Concepción, la zona más afectada, está en los suelos. También cayeron muros en las cárceles.

Cientos de casas cayeron o sufrieron daños severos además en la zona oeste de Santiago de Chile, en especial donde viven inmigrantes peruanos, ecuatorianos y haitianos.

Y es que hay muchos peruanos que viven en Chile. Gente que se fue a vivir a Santiago y alrededores en busca de un mejor porvenir. Es meritoria la rápida reacción de nuestra Cancilleria en proporcionar los teléfonos de nuestra embajada y consulados a fin de que los interesados puedan demandar información sobre sus seres queridos.

Hay mucho que decir de Chile y sus gobernantes, pero lo dejaremos para otra ocasión porque es momento de la reflexión, la congoja y la solidaridad.

Recuerdo aún los terremotos de 1970, el de 1974 y el de hace poquito en el Perú del 2003. Momentos de incertidumbre, muerte, dolor y desolación. Gente arrodillándose pidiendo perdón, personas buscando a sus seres queridos entre los escombros, cadáveres regados en las pistas y veredas. Eso se ha visto en Haití. Quiera Dios, que estos desastres pasen. Nadie desea que ello vuelva a ocurrir.

Porque más terror debe haber sentido Chile ya que el sismo en dicho país comenzó como a las 3 de la madrugada y me imagino el terror que han sentido esos millones de niños, mujeres y hombres. A oscuras, porque se fue la luz. Sin poder comunicarse, porque las líneas de teléfonos se caen en ese momento y no puedes saber de tus seres queridos. Un sueño mortal y siniestro que no se lo deseamos a nadie.

Millones de personas abandonaron sus casas cuando la tierra comenzó a bramar a las 3:34 am, en un país que posee 2.000 volcanes y registra la mitad de la actividad sísmica del mundo.

Momentos terribles, los que pasamos en este convulsionado mundo. Hoy le tocó al pueblo chileno. Nuestra solidaridad y ayuda para Chile en momentos terribles y difíciles que les toca vivir.

No hay comentarios: