miércoles, 13 de mayo de 2009

ALAN Y EVO

Lima, 12 Mayo 2009.- Allá por los años 90 cuando muchos elogiaban al gobierno de Alberto Fujimori, también mostraban cólera porque Colombia no extraditaba a Alan García (en ese momento el malo de la película).

Muy pocos éramos los que sospechábamos de Fujimori y sus secuaces. Algunos, hasta criticaban la actitud de Vargas Llosa de querer nacionalizarse español.

Eran otros tiempos y muy poco hacían caso a los que ya habían pasado la nefasta dictadura militar. Es por ello que el "Chino" ganó ampliamente las elecciones del 95.

Tiempo después el pueblo al destaparse las cochinadas del presidente y su asesor, borró la buena marcha de la economía, la erradicación de los terroristas y todos nos juntamos junto a esos bravos estudiantes universitarios a decirle ¡No, a la dictadura!, es por ello que no quedó otra cosa que unirse a Toledo y sus políticos tradicionales porque, a la larga, no simbolizaban la perpetuidad en el poder, además que no que traían consigo, abusos y matanzas extrajudiciales.

Pero todo quedó atrás, hoy Fujimori y Montesinos están presos y, por lo menos, ya han pasado sucesivos gobiernos con mucho de corruptela, es cierto, pero felizmente destapado por cierta prensa. Y, aunque como siempre se haya echado tierrita al caso. Tenemos ya tres gobiernos consecutivos y no a ningún dictador diciendo que hacer y que no hacer.

Hoy que en esta parte del continente se vive la fiebre del socialismo radical. Allí tenemos a los izquierdistas que pregonan su "guerra al imperialismo yanqui" o "su combate contra la pobreza", pero son ellos mismos los que abusan del poder que un día el pueblo les dio para intentar perpetuarse en el mando presidencial y con ello hacer lo que les venga en gana.

Allí tenemos al jefe mayor Hugo Chávez, atosigando a las pocas televisoras independientes que existen en dicho país y amenazando con el cierre definitivo sino son adictos a su filosofía nefasta. Allí tenemos a Correa el ahora más popular gobernante en Ecuador, pero el que una vez saque las garras totalitarias (de eso estamos seguros sucederá muy pronto), entonces el pueblo vivirá los mismos sinsabores que ahora padecen Venezuela y Bolivia.

Ya Chávez ha logrado que algunos de sus aliados obtengan el poder como en Argentina, Paraguay y hasta en la pobre Nicaragua. Pero su más fiel devoto es, sin duda, Evo Morales quien parece ser "el escogido" para hacerle la "guerra" a Alan García. Los insultos del mandatario boliviano han venido hacia su par peruano desde todos los frentes y de todos los colores.

Nuestra antipatía por Alan García es inocultable, por muchas razones, desde ser un clásico líder tradicional de esos que se ha llenado el Perú a montones hasta de encontrarlo poco transparente en sus ideas y ni que decir de las denuncia sobre el llamado "faenón" que salpicó a todo su gabinete pero al que increíblemente hoy se le pretende archivar.

No obstante mal haríamos en despotricar contra nuestro mandatario porque simplemente comparando a García con Morales pues la diferencia es abismal.

Es que en estos tiempos de cambios y modernidad en nuestra economía, como puede haber tipos que pregonen igualdad para los pobres cuando son ellos los que no pregonan lo mismo cuando alguien les sale al frente cuestionando sus caducas ideas.

Mal que nos pese, este gobierno dio un giro recomendable hacia el libre mercado que con todas sus imperfecciones es lo más prudente en estos tiempos. Ello trae consigo un respeto a la libertad de expresión, garantía trascendental para que un gobierno sea visto con buenos ojos.

Ello, no escapa que García y sus huestes tengan más de una denuncia en su contra, pero ahí están los medios independientes para sacar al fresco tantas irregularidades que hoy intentan archivar como el llamado "faenón" de don Rómulo y sus compinches.

Sin embargo, en otra parte de nuestro continente, los llamados "defensores de los pobres" no son más que subalternos de Hugo Chávez, que con sus actitudes matonescas obliga al Perú a un prudente distanciamiento de esa cúpula que se aprovecha de las personas que están hartas de los malos gobernantes y voltean sus ojos a los que pregonan igualdad, pero que en realidad buscan perpetuarse en el poder, cerrando todo medio posible de libre expresión.

El señor Morales dice que el Perú protege a delincuentes, refiriéndose a ex ministros perseguidos por su gobierno. Pero no dice nada de su asesor preferido, aquel que está pedido por la justicia peruana por supuestamente estar involucrado con las huestes terroristas.

Aquí nadie dice que las personas que han sido asiladas en el Perú sean inocentes. Es que Bolivia con Morales al frente no reúne las condiciones necesarias para un juicio imparcial. Todos sabemos que Morales tiene todo de su mentor Hugo Chávez.

El Perú ya pasó por lo mismo y sabe lo que significa una dictadura, por ello en su mayoría, cree acertada la actitud de este gobierno que mal que nos pese, hizo lo correcto y porque no le quedaba otra cosa al ver que estos señores ya pisaban tierra peruana.

Pero todo tiene su final y la historia nos enseña que las dictaduras tienen inicio y final. Esperemos que pase esta fiebre de socialismo caduco y nefasto que jamás ha logrado nada y que solo ha servido para que el capitalismo se fortalezca y vuelva con todo a seguir pisoteando y explotando a los pueblos del mundo con su injusticia dolarizada. Con todas sus imperfecciones la democracia sigue siendo la más recomendable de las doctrinas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

evo es sólo un titere de Chávez. Esperemos que ese socialismo nefasto no manche a latinoamerica.