miércoles, 6 de julio de 2011
EL CRISTO DE ALAN
Lima, 25 Junio 2011 (El Informante Perú).- El presidente Alan García sorprendió a propios y extraños. Hace unos días supervisó el inicio de la construcción del Cristo del Pacifico, una imagen de 37 metros de altura que finalmente fue colocado sobre un pedestal en Chorrillos. La obra se inaugurará este 29 de junio.
No es inocencia pensar que en política las cosas no vienen gratuitas, por ello es justo pensar que para nadie es un secreto que García pretende erigirse en la figura de la oposición de cara a los próximos 5 años de gobierno humalista.
Una plataforma que eventualmente le permitiría postular a la presidencia en el 2016. Para ello no solo necesita terminar su mandato con un apreciable respaldo ciudadano sino también manejarse políticamente en un Parlamento futuro en donde tiene escasa representación. Apenas cuatro parlamentarios.
Es allí, también, donde aparece la insistente figura del indulto presidencial al ex presidente Alberto Fujimori. El objetivo es blindarse de unas eventuales acusaciones en el próximo Congreso. En ese sentido si el parlamentario José Vargas se mandó con unas declaraciones de apoyo a la extradición de Fujimori unida a las imágenes más que esclarecedoras del ex mandatario cuando ingresaba al Instituto Neoplásicas, sin duda a más de uno le crea suspicacia. Por eso todo fue interpretado como un "tanteo político" para ver como reaccionaría el público ante semejante despropósito.
Lo cierto es que García tiene ciertos actos aún por terminar con olor a multitud. Le queda por inaugurar el Estadio Nacional y el Tren Eléctrico, además de otras obras más en el interior del país.
Por cierto, nadie estaría en contra de semejante Cristo ya colocado en Chorrillos, sino fuera por lo inoportuno del momento en que vivimos además del claro aprovechamiento que desea nuestro mandatario para ser "recordado" como el presidente que más obras realizó durante una gestión donde no todo fue color de rosa.
García pretende maquillar las obras para que el público deje de lado las corruptelas que envolvieron a su gestión como el caso Business Track donde la corrupción es más que obvio además de hechos como el llamado "Baguazo" que fue producto de ineficientes gestiones donde se colocó a gente inexperta en cargos claves dentro de la gestión pública.
Sin duda la gestión de García, de la que ya comentaremos cuando culmine su período presidencial, este 28 de julio, está marcada por aspectos positivos como negativos. Aunque lo que más pese sea la corrupción que envolvió a este gobierno y el colosal ego de un mandatario que se cree "Dios" y eso lo observamos todos por sus declaraciones y pose de "Todopoderoso que lo puede todo”.
El caso del llamado Cristo del Pacifico, es más que elocuente. Lo peor es que el mandatario aseguró que uno de los aportes para la instalación de dicho monumento salió de su propio bolsillo, por lo que donó 100 mil soles. Pero ahora ya sabemos quienes son los amigos empresarios que también están detrás de ello, nada menos que la empresa brasileña Odebrecht que según el congresista Víctor Andrés García Belaunde es una empresa muy cuestionada que tiene la característica de pagar comisiones además de tener juicios con nuestro país. Odebrecht es la misma empresa que se adjudicó el proyecto Olmos y está a cargo del Tren Eléctrico.
Lo cierto es que está claro el deseo de García de perennizarse en la mente de los ciudadanos rumbo al 2016. Lo hemos dicho ya en varias oportunidades. Si nuestro mandatario no estaría envuelto en más de un cuestionamiento, hoy lo estuviéramos aplaudiendo. Pero su insoportable ego, el permitir que gente incapaz acceda a un ministerio clave como Interior o Defensa, entre otras "perlas" más, han permitido que nuestro mandatario sea visto con desconfianza.
En Política nada es casual ni menos gratuito. Desde mediados de los ochenta cuando el alcalde Ricardo Belmont accedió por segunda vez a la alcaldía de Lima merced a la exhibición de importantes obras, hoy todos piensan que por "las obras lo conoceréis".
Cuando lo más importante no son las obras sino la gestión en su conjunto. Un mandatario debe comprender que la población observa capacidad, transparencia y eficiencia no obras que más que nada son para ganarse futuros votos.
Está más que claro que la obra de García no tiene nada de fervor o acto de fe sino el aprovechamiento y lo que obtendrá con todo ello. Muchos piensan que en lugar del Cristo, García debería colocar su propia imagen, un monumento al ego y a la falsa superioridad que piensa tiene sobre los peruanos.
Ya hablaremos más de García cuando culmine su gestión. Lo cierto es que se viene la despedida a una gestión en la que los activos y los pasivos van casi en porcentajes iguales. Con todo, se vienen meses gravitantes en el presidente García donde sus actos estarán regidos por el cálculo político.
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