sábado, 27 de junio de 2009

PARTIÓ EL REY DEL POP EN UN DIA FATAL DE LUTOS Y MUERTES

Lima, 26 Junio 2009.- Pocas veces uno siente que la muerte siempre esta cerca, es una desgracia que trae congoja y tristeza. Es que, casi nunca, ha sucedido que en un sólo día nos enteremos de la partida de gente tan querida, que con sus pro y sus contras, posibilitaron que nuestra vida sea más atractiva y placentera.

Primero, partió la dulce y angelical Farrah Fawcett todo un símbolo sexual de los setenta. Su angelical sonrisa y su blonda cabellera acapararon la atención de todos los varones del mundo. Bastaba con ello, no importaba si su piel era demasiado huesuda o que, a diferencia de otras, no mostraba todo su cuerpo desnudo. Lo hizo después para Play Boy, cuando ya el éxito no era el mismo. Farrah sufrió, pero también gozó. Conoció la popularidad hasta límites insospechados solamente posando en esa memorable fotografía que vendió millones en el mundo entero.

Su matrimonio con Ryan O'Neal no fue el cuento de hadas que muchos pensaban. Su pareja es un adicto en potencia e indujo a su hijo al consumo de las drogas que lo llevó a la cárcel por tráfico de estupefacientes. El hijo salió hace unos días de prisión con un permiso especial para ver a su madre quien luchaba contra el terrible mal que la fue consumiendo.

Esta lucha contra el terrible mal siempre es desigual porque más son las derrotas que los triunfos. El cáncer se llevó a nuestra querida Farrah. El documental llamado "Farrah's Story" realmente fue un obituario de la actriz, quien ya estaba postrada en cama y, para cuando fue emitido, ya había perdido su famoso cabello. Aquel que cautivó a tantos admiradores en todo el mundo.

Farrah Fawcett ya está en los cielos. Su lucha contra el cáncer es un ejemplo para muchos. Padeció de muchas desgracias, pero también saboreó fama y popularidad. Hasta siempre Farrah, a nombre de los muchos que te recordamos con cariño y aprecio. Todavía recuerdo ese viejo y querido póster pegado en un rincón de mi cuarto durante aquellos maravillosos años setenta donde los Bee Gees, Travolta, Olivia y Tú junto a Kate Jackson y Jaclyn Smith constituían el complemento perfecto para que nuestra vida sea más llevadera.

Pero el 25 de junio traería más desgracias que lamentar porque el "Rey del Pop", el mítico y acaso el más grande artista de los ochenta partió sorpresivamente hacia un mundo mejor. De Michael Jackson se podrá decir de todo. Pero a pesar de sus extravagancias y sus serios cuestionamientos a su vida privada. Jamás se podrá quitar ese gran talento musical que lo llevó a la cúspide de la popularidad.

Recuerdo, en mi paso por una radio local, teniendo apenas 16 años de edad, haber tenido el long play importado de "Thriller" recién llegado. El que conservaré como un “tesoro invalorable” porque ese álbum es el más vendido de toda la historia musical, como olvidar, aquellos diferentes singles que salían de esa producción que hizo a muchos admirar al Rey del Pop. Es que, Michael fue un genio de la música. Aún evoco en mis tertulias con gente de la radio de aquella época coincidir con muchos, que junto a los Beatles y Elvis, Michael tenía su sitio reservada en "el lugar de honor de la música". Ese lugar al que sólo llegan los grandes gracias a la decisión del gran público.

Porque Michael podrá haber sido lo que quieran, pero al igual que alguna vez escribimos sobre Freddy Mercury, homosexual confeso y drogadicto en potencia. No son sus defectos lo que recordamos sino su calidad musical y el efecto que causó en ellas.

No cualquiera puede colocar seis singles de un mismo álbum, dentro de los diez primeros lugares en el mundo. Michael de la mano de otro grande, el moreno Quency Jones, lo lograron. Encima el video clip de Thriller, de la mano de John Landis, es considerado otro número uno indiscutible. (Todavía me enorgullezco de esa obra maestra y hasta "sonrío tenebrosamente" cuando escuchó la voz en off del maestro Vicent Price, que también participó en esta obra cumbre).

Porque Michael no escatimaba en gastos si se trataba de ofrecer una producción de calidad. Sus conciertos, para los que tuvieron el privilegio de verlo, siempre fueron de primera calidad.

Michael era más que aquel negrito que se volvió una vez blanco. Desde niño mostró su calidad en aquel grupo llamado, los Jackson 5, del que se dice marcó su vida no sólo por su encuentro con la música sino por los abusos de su padre que maltrataba a los hermanos hasta más no poder. Incluso se afirmaba que el moreno por eso se "hartó de su color" y quiso volverse blanco para olvidar esos malos momentos pasados con su padre.

Luego llegó la fama y con ello las desventuras. Compró, en todo su apogeo, el famoso rancho 'Neverland' y las acusaciones de extravagancias y pedofilia aparecieron, y que, de alguna manera, lo hicieron tumbar y hasta causó más de una duda para con sus fans. Dicen que había perdido todo su fortuna en gastos judiciales y que pensaba volver al estrellato con los conciertos programados en Londres. Lástima que eso jamás sucederá.

Es que el Rey ha muerto, ya no habrá otro álbum que esperar de él. Este redactor fue de los muchos que compraron una entrada para su esperado concierto en el Estadio Nacional aquel 1993 que nunca llegó. El terrorismo y la crisis impidieron que El Rey venga aunque sea unas horas por Lima. Siempre pensé que esos 100 dólares que se iban a gastar, serían bien “recompensados”, porque tal como le dije a varios programadores de radio, de antaño, “el que venga Michael o Madonna constituyen un hecho histórico para los que amamos la música y así pidan un millón de dólares. No importa, porque aunque sea, se roba un banco, pero se asiste porque así les diré alguna vez a mis descendientes: ¡Yo los vi!". Tal vez Madonna venga alguna vez, pero ahora sé que El Rey nunca vendrá.

Pero el día no culminaba con más desgracias y nuestra Lima, la chismosa, no se reponía de tanta sorpresa cuando nos enteramos del deceso de la "princesita de Folclore" nuestra Alicia Delgado, aquella mujer que era cantante, pero que últimamente paraba de escándalo en escándalo.

Parecería que el ambiente del folclore está signado con desgracias y lutos. A las muertes de muchas de sus cantantes ahora se suma Alicia que murió trágicamente. Asesinada a puñaladas. Un caso del que aún falta conocer más.

Alicia más que sus virtudes para la música se dedicó a meterse en más de un escándalo. Es conocida su relación con Abencia Meza. Del que sacaron provecho hasta más no poder. Ese tufillo de misterio y curiosidad les dio muchos titulares.

Pero el tiempo se encargó de "pasar factura". Como dice una canción. "Todo tiene su final, nada dura para siempre" y Alicia comenzó a denunciar supuestos maltratos y golpes de su amiga Abencia quien ahora parece estar desecha ante esta infausta noticia.

Y así, luego de tantos dimes y diretes que causaron grandes titulares, de un día para otro, apareció la "reconciliación" y allí el público percibió, algo que es fatal para el artista, el que no le crean sus medias verdades y la opinión pública las sentenció. Ya nadie les creía y todo en ellas se hacía dudoso.

Que pena que Alicia haya terminado así, pero aquí todavía falta por escribir un final. Esa historia que cerrará la vida de una cantante que vivió en medio de escándalos, pero que cautivó a un sector del público que más que su tormentosa vida, admiraba sus canciones y que ahora le llora en silencio.

Juego de este destino caprichoso y cruel porque Alicia jamás pensó en vida que tendría tantos titulares y que incluso le den la cobertura mecesaria junto a las muertes de Michael y Farrah. Porque Alicia habrá sido parte de nuestro floklore nacional, pero sus fans en nuestro Perú profundo se suman a montones y es justo el homenaje que en vida nunca supo aprovechar.

Fue un día fatal que nadie quisiera que vuelva. La muerte rondó en un día en que todos piden al divino redentor que sus ídolos no partan sino que sean eternos, pero ellos, tal vez, tienen que rendir cuentas, porque a la larga también son humanos, con sus defectos y virtudes. En medio de todo el sinfín de trabajo que nos queda aún por hacer, me doy un tiempo para escribir este pequeño sentir, para seres que lograron hacernos olvidar de los problemas y las vicisitudes que nos da la vida. Lástima que tres personas se hayan ido en un mismo día. Sin duda fue un infausto Jueves Negro que esperemos no ocurra en mucho tiempo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que feo designio de Dios. No se dan cuenta que estamos cerca del fin del mundo...