LA TELENOVELA DEL AÑO

Lima, 07 Mayo 2008.- Desde que Magaly Medina diera a conocer que tenía un ampay de Javier Carmona (el Gerente comercial de Frecuencia Latina) con Tula Rodríguez las imágenes generaron expectativa. La gente se olvido de los problemas por las que pasa la ciudad por las obras en las pistas, producto de desacertados criterios y de incapaces alcaldes; y mucho menos hablan de la dichosa Cumbre que seguramente será tema para otro momento. Ahora el chisme popular llegaba a su máximo esplendor. Porque, fiel a nuestra costumbre, en la que nos incluimos todos por cierto, nadie quería perderse las dichosas imágenes de una pareja que era vox populi, pero que lo negaron a más no poder.

Sin embargo, luego de publicitarse lo que se venía en el programa de la Medina, la ex vedette quiso malograr a los peruanos nuestra "voragine farandulera" y le concedió a un diario "la exclusiva" ese mismo día, y allí confirmó el asunto, pero se guardó lo mejor para su espacio "Esquadrón", ese programa que nadie lo ve y la mayoría hasta no sabe que existe.

Pero eso es otro cantar. El asunto es que Tula soltó la "bomba" en cadena nacional, mejor dicho un digno discurso a la nación en la que anunció no sólo con lujo de detalles su romance con el "nerd más nerd" de nuestra televisión sino que estaba embarazada del alto ejecutivo de la avenida San Felipe.

Una noticia que remeció el ambiente televisivo y dejo mal parada a Gisela Valcárcel (la aún esposa de Carmona aunque estén en vía de divorcio).

Que increíble que todas estas mujeres que salieron del anonimato, provenientes de humildes hogares hoy estén en el "ojo de la chismografía limeña". Cada vez recuerdo a la Gisela de "la Gata Caliente" llegando con sus ropas de vedette a ese añorado café teatro para hacer sus píninos en una obra que sólo resaltaba el físico de las mujeres y algunos chistes de grueso calibre de los cómicos de la época. Hoy de esa mujer no quedan ni las huellas, por más que ella "marketeramente" trate de inducir a sus aún seguidoras para promocionar su nuevo espacio televisivo.

Por otro lado, Tula aparecía por los ochentas. Algunos técnicos del Canal 5 y periodistas de la época la recuerdan con su uniforme de colegio esperando una oportunidad para probarse las tangas y salir como extra al lado de Petipán o bailando como una más de las chicas que probaban fortuna en ese exitoso programa.

De Gisela se sabe de todo, simplemente porque ella así lo quiso. Este redactor todavía la recuerda con diminutas tangas fungiendo cantar en La Gran Revista, ese temita llamado "de cama en cama" aquella popular canción de Instrucción Cívica, un grupo de rock argentino que tuvo su cuarto de gloria en el Perú. Luego de su paso por los programas cómicos y musicales vino su gran salto y éxito definitivo que fue "Aló Gisela". Un rotundo suceso en sintonía que le valió ser idolatrada y admirada. Ya sus amistades no eran los de La Victoria sino de La Molina, ya sus amigos no eran lo de la cuadra de su casa sino acaudalados hombres de negocio y broadcaster televisivos. "La rubia" hizo dinero y tiene una posición privilegiada por muchos. Supo administrar sus negocios con éxito. Pero en televisión, parte del triunfo consistió en mostrarse en público y dando a las personas lo que les agradaba, el chisme y el raje. No había actores extranjero que pasaban por su programa en donde la conductora no mostrara sus arrebatos (la más recodada fue con Guillermo Dávila) y ni que decir de sus amores, todos terminaron en fracaso. Porque, como dicen nuestros abuelos: "acaudalada en el dinero, desdichada en el amor..." Y con la Valcárcel se cumple al pie de la letra este refrán. Porque los televidente presenciamos sus amores con personajes conocidos y también con personajes hasta ese entonces anónimos como su ex modelo Carlos Vidal que paso a ser conocido como “el novio de la popular animadora…”. Pasó también Bruno Cavassa, un periodista deportivo que tuvo un romance con la animadora sin pena ni gloria. Se casó con el futbolista Roberto Martínez en una boda televisada en vivo y en directo donde hasta enfocaban los bocaditos y el whisky etiqueta negra que tomaban los comensales. Toda la telenovela terminó como sus anteriores amores, entre escándalos y rajes. Después llegó Javier Carmona, donde volvió a seguir con el mismo argumento de siempre, pregonando su felicidad y que había encontrado al hombre feliz. Se casaron y el matrimonio no duro mucho.

Pero fue Magaly Medina, la que acertadamente, "desnudó" a Gisela y cuando la periodista recién comenzaba fue su "lorna" en muchos programas a tal punto que las comadres de la cuadra o los “chamulleros” de la esquina pensaban que la Medina odiaba a Gisela. Craso error porque la periodista lo que deseaba, en esos momentos, era generar dimes y diretes para obtener mayores planas de diarios y seguir escalando posiciones. Cosa que lo logró y paradójicamente hoy la Medina escoge a sus enemigos y sabe como y con quien entablar entredichos.

Pero sí Magaly lo hacia por rating y figuración, en esos momentos; los años posteriores fueron cambiando el panorama. Ya la Medina era famosa, no necesitaba de eso. Pero de cuando en cuando, gracias a la torpeza de Gisela y sus ganas de exponerse ante cámaras pudimos darnos cuenta que la conductora tenía razón en muchas de sus críticas contra Gisela cuya vida era siempre fuente de inspiración para portada y titulares.

Y fue, precisamente, la sombra de Gisela, Magaly Medina, la que anunció que "algo había" entre Carmona y Tula. Esa ex vedette, que como la Valcárcel comenzó a escalar y escalar. Así como, también, fue la periodista de espectáculos, que con genial criterio descubrió las imitaciones que hacía la peludita (así le dicen a Tula) de la ex reina del mediodía.

Hacemos este comentario por la expectativa que generó y que, por coincidencia, sin querer, tuvimos acceso a algunas opiniones de personas anónimas y humildes, gente de pueblo, que ve estos problemas mundanos y caseros como "el tema del día".

Por ejemplo, varías ancianas de "la vieja escuela" decían que "ahora no se necesita de título universitario para obtener dinero, debemos mandar a nuestras hijas a bailar en tanga porque obtienen lo que quieres y con un poco de suerte lograr lo que ahora Tula obtiene..."

Los viejos amigos de la cuadra aquellos que se las saben todo, afirman que Carmona si es un verdadero nerd. "…todos hemos sabido "el jale" de los gerentes con las mujeres del canal, hablar de ello, es harto conocido, sin ir muy lejos “el pelado” ex gerente de la Panamericana de Shultz y su afaire con la conductora que más posibilidades tuvo de triunfar por la cantidad de programas que hizo y hace hasta ahora, y que lamentablemente todos son fracaso. Como alguna vez dijo el viejo Augusto Ferrando a Manolo Salerno (viejo periodista de espectáculos) en un sabroso diálogo: "…Dios no te dio talento, hermano, hiciste dos programas y fracasaste, lamentablemente no naciste para ello..." no obstante aquella conductora que también pasó por las tangas tuvo buenas oportunidades, como ninguna otra las tuvo, pero hasta ahora nada de nada. Un viejo moreno de La Victoria fue más explicito al respecto "…Sí compadre, pero ¿Usted cree que el pelado se hubiera dejado hacer hijo, por favor..." Sobran los comentarios.

Y así se suceden uno y otro comentario. La opininón pública se goza con la comidilla del día. Lo cierto es que Tula anunció su embarazo, confirmó su relación con Carmona y se convirtió en los titulares de portadas y revistas de todo el país. Se convirtió en la cenicienta que llegó a la cima. Mientras Carmona dejó mal parado a los Delgado, Miró Quesada, Anchorena o Crousillat, es decir tantos broadcaster que han pasado por un alto cargo en televisión. Porque una cosa es mirar al pizero con Daysi Ontaneda y otra muy, pero muy distinta a Tula con Carmona.

De "chiquito" Flores, Waldir Saenz pasando por ese cubanito actor que le sacó la vuelta en pleno salsodromo y ni que decir de ese oscuro y anónimo técnico de televisión que tuvo un romance con Tulita y que salió también entre dimes y diretes; es decir ninguno se puede comparar con el alto ejecutivo de Frecuencia Latina.

Ahora Tula ríe mientras Gisela opta por el silencio prudencial. Cosas de la televisión que son mejores que muchas telenovelas ficticias. Con razón las miniseries de ese canal no tienen sintonía porque Magaly Medina impuso un estilo diferente y mostró al pueblo lo que quería, el verdadero rostro de la farándula peruana y aunque gente como Ricardo Belmont despotrique e intente imponer una pantalla blanca. Eso difícilmente sucederá porque el peruano vive y goza con el chisme y aquí no hay clase social que valga. Si Tula pretendió desmontar el ampay de la Medina declarando "su verdad", al contrario le dio más expectativa al programa de la "urraca" que salta en un pie por otro éxito más.

Quien sabe si en algún lugar de La Molina o Chacarilla, una rubia ex conductora piense amargamente como la que consideraba su pupila, la superó ampliamente.

El tema da para más, esto recién empieza, la comidilla seguirá y las conjeturas estarán a la orden del día. Ya veremos seguramente pronto el baby shower y porque no, una próxima posible boda televisada en vivo y en directo, porque ya nuestros broadcaster saben que las bodas generan sintonía y así todos estaremos pendiente de la vedette que llegó a la cima. allí estarán las Maribel, las Mariella, aplaudiendo a rabiar. Como antes lo hacían las Nancy, las Amparo, las Teddy cuando Gisela triunfaba. Cosas de la vida. Sin duda un extraordinario guión mejor que muchos de los esperpentos locales que nos tocan ver. ¡Que rico es mi país!