lunes, 19 de mayo de 2008

LO QUE LA CUMBRE DEJO

Lima, 18 Mayo 2008.- Terminó la Cumbre Presidencial ALC-UE que como ya lo hemos dicho anteriormente es una reunión donde los presidentes se reúnen, hablan y hablan, firman documentos pero pasa el tiempo y todo sigue igual. Pero, con todo este año el Perú fue el anfitrión y la verdad, más allá de la retórica respectiva, que importante es que nuestro país haya cumplido con creces en esta organización sino, ojo que esto es más importante aún, haya demostrado ante los ojos del mundo cuán importante es vivir en libertad y dejar opinar a otros libremente a pesar que no opinan como la mayoría. Porque nuestro Perú fue escenario de dos cumbres la del ALC-UE y también la llamada “Cumbre Social de los Pueblos” o comúnmente nombrada como anticumbre, acertado título para un puñado de personas totalmente radicales cuyo momento más importante fue el partido de fulbito que protagonizó Evo Morales.

Es que sin duda fue un gran acierto del gobierno el permitir que esa reunión de radicales comunistas se realice en la UNI porque demostró tolerancia y verdadera libre expresión que difícilmente en Cuba podría realizarse. Y en verdad que esta semana de Cumbres en el Perú nos dejó mucho que comentar.

Primero la llamada Declaración de Lima abordó temas importantes que aunque no se cumplan siempre es bueno mencionarlas, porque está allí presente y porque precisamente porque nada se realice en beneficio de los más necesitados; es esa carencia de cumplimientos unido a la corrupción imperante en todos los países es lo que permite que fascistas y radicales quieran imponer sus estilo de gobiernos, acaso más nefastos de lo que vivimos actualmente.

Un punto importante para nuestro país fue la imagen que dejó en muchos mandatarios y las coincidencias con varios de ellos, señal que nuestra patria avanza y que a la larga podría facilitar la negociación de libre comercio con la Unión Europea, a todas luces positiva.

Es que el Perú mira más que nada a Europa porque desea atraer más mercados sin aranceles para poder exportar nuestros productos; por ello nuestro país no solo fue un buen anfitrión sino que supo conciliar con quienes no piensan como nosotros (Chávez, Evo, Correa y compañía) y tuvo atractivos acercamientos con Rodríguez Zapatero y con la canciller alemana que hasta estuvo invitada en la juramentación del flamante ministro del Ambiente.

Sin duda, es un importante acercamiento porque se pretendió sembrar para luego cosechar como bien lo hizo Chile. Por ello debemos sentirnos contentos con esta organización. Efectivamente, hubo detalles a tomar en cuenta, pero en líneas generales todo funcionó a la perfección porque demostramos que podemos lograr acercamientos y que somos tolerantes con los que piensan que el mundo es una guerra de clases. Si Evo, Chávez y Correa creen y fomentan “anticumbres”, pues bien por ellos, los escuchamos, pero seguimos pensando diferente. Son las reglas del juego que lamentablemente los que proponen esas ideas caducas no pregonan esa libertad de expresión en sus propios países, lo que ahora demostramos nosotros que existe en el Perú.

Porque discrepando muchas veces con este gobierno y pensando siempre que estas reuniones presidenciales son sólo una reunión social, a la larga siempre entre cafés, cenas o reuniones siempre existen acuerdos o desacuerdos que nos unen o nos alejan. Por ello seguimos pensando lo mismo, pero dejamos sentado que la posición peruana fue muy acertada y justificada en muchos casos.

El único punto en contra fue el intento de cerrar el tránsito en vías troncales algo demasiado riesgoso porque pudo causar un caos atroz que felizmente no llegó a mayores. Sin contar la cantidad de obras, sin terminar, en muchas avenidas de la ciudad que seguirá siendo nuestro martirio a pesar que esta Cumbre haya llegado a su final. Y todo por la ineficiencia y escasa proyección de nuestros alcaldes y demás autoridades.

En cuanto a nuestros invitados todos se portaron a la altura, muchos se mastican pero no se pasan, no obstante todos tuvieron un comportamiento ejemplar. Hasta Hugo Chávez que tal vez “muñequeado” por el informe en torno a las FARC que lo dejaba mal parado; esta vez no hizo de las suyas y no despotricó contra nadie.

La mejor vestida fue Cristina Fernández con modelos exclusivos que provienen de países cuya forma de gobierno ella no comulga, pero aquí el socialismo para ella quedó de lado. La más ecuánime y que sigue derrochando simpatía fue Michelle Bachelet que hasta conversó con muchos peruanos durante su breve periplo por el centro de la capital. Nuestro Perú demuestra con ello, que es un pueblo hospitalario; algo que tal vez Alan o algún otro mandatario peruano difícilmente pueda hacerlo en Chile a riesgo de que algún mapocho le suelte una pachotada o insulto de grueso calibre. El más malcriado fue el Ministro de Relaciones Exteriores de Italia, Franco Frattini, que dejó esperando a los periodistas cerca de dos horas y jamás se disculpó ante la prensa, el más diplomático fue Fernando Lugo quien habló de todo y supo salir muy bien librado de las preguntas incómodas para él, mientras Evo Morales fue cordial hasta donde pudo porque al final se fue alabando a su asesor predilecto, el peruano Walter Chávez acusado de simpatizar con el MRTA y otras cosas más. Morales también criticó a algunos mandatarios asistentes a la Cumbre, aunque no dijo nombres.

En cuanto al Centro de Prensa, a excepción de la fecha central donde por obvias razones todos los periodistas acreditados se encontraron y donde hubo un justificado desorden, por lo demás todo salió perfecto y la mayoría de colegas alabaron la organización, los ricos potajes presentados y la cordialidad con que siempre fueron tratados.

En suma aunque la Declaración de Lima sea uno de los tantos documentos para el archivo, nuestro país demostró que puede afrontar eventos de este tipo. Esta vez debemos elogiar la buena organización y el gran reto que fue cumplido con creces.

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