El gran momento para Alberto Fujimori está cerca. Ahora ya la fiscal Mónica Maldonado ha emitido su fallo declarando a favor de su extradición. Por supuesto, que la noticia ha causado revuelo en nuestro país y ya los comentarios y el debate suscitado augura que el momento de la verdad (del que hablábamos hace un par de meses) se esté acercando y con ello el Perú observará si finalmente el poder y la corruptela política continúan actuando con impunidad o si la justicia finalmente logra romper esa supremacía corrupta que por años ha venido imponiéndose en nuestro país.
Pero el asunto no hubiera pasado de un mero debate entre los que están y favor y los que están en contra sino fuera porque la hijita de Alberto Fujimori, Keiko no hubiera salido a decir que si extraditan a su papi “ello generaría una inestabilidad al gobierno de Alan García”.
Amenaza o simple declaración basada en una hipótesis dado el arrastre de su padre que se reflejó en las últimas encuestas donde la hija del ex presidente fue la más votada. De hecho estas declaraciones han aumentado el debate, habida cuenta que las palabras encierran cierto temor de aquellos que antes poco más y vanagloriaban a la justicia chilena y ahora dan una serie de argumentos en las que se interpreta cierta incertidumbre ante un posible revés político.
Claro está, que para la gran mayoría de peruanos, Keiko simplemente ha “alertado” al partido aprista para que presione políticamente a la justicia chilena a favor de su señor padre. Pero ¿porque lo dice? Sin duda ese “manotazo de ahogado” puede pretender ser la manera más clara de algunos “diálogos” entre el fujimorismo y el aprismo. Sabido es que en política puede haber acuerdos, pero estos se rompen cuando se pone en peligro a uno de los socios. Y todos sabemos que a pesar que García responde muy diplomáticamente este tema, cuando “las papas quemen” tendrá que tomar una determinación al respecto. Mientras algunos personajes de su entorno como su primera vicepresidente Lourdes Mendoza declara muy suelta de huesos que no esta segura de la culpabilidad de Fujimori y que, para ella, solo el ex presidente habría cometida faltas éticas mientras nuestro presidente sigue cercano a Giampietri y asiste a inauguraciones donde departe cordialmente con Alex Kouri.
Por ello las palabras de Keiko reflejan lo que está en juego en estos momentos en el Perú, o justicia o impunidad, todo dentro de un ambiente nada positivo para los partidarios del “chino” sobretodo ahora que la noche le sigue haciendo sombra debido al tercer revés en sólo cuatro días que ha tenido que enfrentar “don Fuji”, toda vez que la fiscal chilena Mónica Maldonado decidió ampliar de once a doce el número de cuadernillos de extradición por los cuales sería extraditado Fujimori al Perú.
Sin duda, aunque los fujimoristas traten de minimizar esta sentencia, la fiscal Maldonado ha encontrado indicios suficientes dentro de ese mismo cuadernillo de extradición del cual era objeto de burlas y criticas de aquellos fujimoristas que decía “que no había ni una sola prueba en contra de Fujimori”.
Es por ello, que por las actitudes mostradas, parece que las cosas empiezan a preocupar, ya que por más que Fujimori tenga una detención domiciliaria lujosa, cada día las cosas están más claras. Sin duda Fujimori cometió la mayor torpeza de su vida al irse a exiliar a Chile. Todavía nos queda el rostro desencajado de este personaje al que sus incondicionales trataban de vender como “un cerebro que pronto vendría al Perú a ser nuevamente presidente” y que no contó que la propia presidenta Bachelet mostraba su enojo hacia las fuerzas del orden de su país por haber permitido que Fujimori pise suelo chileno con total desparpajo.
Keiko apela al “acuerdo” llamado pomposamente por nuestros demócratas como “tolerancia política”, ese tipo de convenio que tanto daño hace al país y que solo sirvió para que muchos se llenen los bolsillos y nada más. Ahora los fujimoristas secundan a la hija del “chino” y dicen que habrá movilización y ello provocará caos. Seguramente sí habrá tal revuelo, pero será producto del fajo de billetes que se reparte en los barracones y barrios populares de Lima y Callao para que fácilmente con cien “puntas” se pueda hacer tumultos y pasar como que “el pueblo está con Fujimori”.
Así funciona todo, eso no solo es propiedad de los políticos pues sabido es que muchos, entre artistas, animadores y empresarios, emplean las mismas “tácticas” para limpiar su imagen.
Ahora veremos si por primera vez no vence el lobbysmo y las componendas políticas que se tejen alrededor de este caso. Ya anteriormente otros han salido bien librados de esto, por ello es que nuestra población está harta de la política y sus politiqueros, pues los llamados “peces gordos” delinquen y luego por medio de argucias o prescripción de delitos salen bien librados y para colmo, todos nuevamente se presentan como candidatos presidenciales, candidatos en listas congresales, municipales o regionales con el mayor desparpajo del mundo ¿les recuerda a algún personaje, todo esto?
Ahora bien Keiko también se manda con todo pues tiene el respaldo de sus votantes que la encumbraron a ella y a todo su grupo político al Congreso. Ese grueso de votantes que piensan erróneamente que “no importa si hubo corruptela, lo importante es que el mandatario haga una buena labor”. Cuantas veces hemos escuchado expresiones de este tipo de personas que comentan “no importa que roben, pero que hagan algo”, opiniones respetables, pero absurdas pues la grandeza de una persona está en su honestidad, el entrar con las manos vacías y salir también así con ellas, sin manchas de corruptelas de ningún tipo. Por pensar de esa manera los políticos en general ya nos han tomado el pulso y simplemente rotan y delinquen porque saben que el pueblo es “cambiante” y que el que ahora está cuestionado, mañana podrá tranquilamente ser presidente. Por eso nada cambia y siempre estamos en lo mismo, pues gente como los fujimoristas creen que al pueblo se le podrá engañar mostrando a su líder como “el salvador”.
Sin embargo ahora las cosas parecen ser distintas. Habrá que estar expectante sobre la reacción de nuestro pueblo sobre una posible sentencia a favor de la extradición. Indudablemente, de conocerse esta posible decisión, muchos dudarán si marchar dando vivas a un personaje a quien un corte extranjera le ha dicho que procede la extradición por varios delitos.
Sin duda son momentos expectantes y luego de conocerse la decisión final sabremos si alguna vez la verdadera justicia triunfa. Muchos hemos mostrado nuestra indignación al ver personajes nefastos mentir descaradamente y con total cinismo sobre el tema de Fujimori. Ni que decir de los hijos comandados por su hijita Keiko que ahora que el fallo de la fiscal Maldonado sale a la luz podemos enterarnos que según las declaraciones de Kenyi y Sachi Marcela, hijos del ex mandatario y de Susana Higushi, ante las autoridades judiciales de Chile, ambos desmintieron que Higuchi haya sido torturada o hubiera sido llevada a los calabozos del SIE, como ella denunció.
Por eso de la decisión de los magistrados chilenos dependerá que "un nuevo amanecer renazca en el país". No es posible que todos los políticos peruanos que alguna vez estuvieron envueltos en componendas y corrupciones "bajo el manto sagrado del poder" hayan salido bien librados y sin ninguna posibilidad de juicio mientras el hombre que propició una ola de corruptela, lobbys y violación de derechos humanos no sea extraditado al Perú. Hay demasiados indicios contra Alberto Fujimori por lo que tiene mucho que responder en el país.
El momento de la verdad está llegando y al fin sabremos si en política alguna vez hay justicia. Pronto sabremos la decisión de los magistrados chilenos y esperemos que, siquiera, por una vez en la vida, el veredicto sea el más justo posible. Los peruanos esperaremos con ansía la decisión final y entonces sabremos si el lobby, el acomodo político y la corruptela reinante, esta vez, si son derrotados o continuarán impunemente paseándose por las altas esferas del poder como siempre y como toda la vida ha sucedido en este país.
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