miércoles, 20 de junio de 2007

EL TRIBUNAL EN LA MIRA



El tema del Tribunal Constitucional ha puesto nuevamente en la mira a nuestro Congreso. La noche del miércoles el país observando su noticiero favorito solo comprobaba hasta donde llega el interés político. Eso sí, a nadie sorprendió ver a Agustín Mantilla, dos militares y al ex testaferro de Vladimiro Montesinos, Oscar López Meneses, almorzando en un conocido restaurante miraflorino con un elegido miembro del Tribunal Constitucional cuya elección a “más de cien kilómetros por hora” fue elegido, si o si, un día antes.

Es que nuestra política está tan desprestigiada que ya nada nos sorprende. Lo que si indigna sobremanera es ver como con total desparpajo “nadie quiere cargar con el muerto” y ahora resulta que al señor Javier Ríos Castillo nadie lo propuso y encima cuelgan a un “chivo expiatorio” al que solamente lo castigan con 15 días “sin goce de haber” para luego después de la justificada batahola política el mencionado personaje renuncie irrevocablemente. Sin duda todo un indigno final para alguien tan cuestionado.

¡Que rico país este! Por eso estamos como estamos, pero todo el barullo ocasionado se debe al apetitoso botín que significa controlar el Tribunal Constitucional encargado de velar la legalidad y restablecer el respeto a la Constitución en general y de los derechos constitucionales en particular.

Con el correr de los días ha quedado más que evidente que tras la elección de dichos miembros lo que se escondía realmente era la intención de controlar dicha institución, y contar con por lo menos tres de los cuatro votos.

La situación que se ha suscitado es sumamente crítica pues prácticamente para este parlamento aprofujimorista el tema no debe ser investigado y se intenta por todos los medios desviar la atención. Por ejemplo García va al Congreso para, supuestamente, hablar del tema con Chile y sin embargo permanece alrededor de tres horas a puerta cerradas para luego declarar que el parlamento debe volver a votar y declarar nulo el anterior proceso a la par de desmentir un y otra vez que Mantilla siga ejerciendo algún poder dentro del aprismo (¿?).

Sin duda, que el aprismo controle el TC conviene solo a las huestes del “chino” y a "la estrella" de Alfonso Ugarte. El tema de la extradición es algo que no deja dormir a los fujimoristas y un Tribunal controlado le vendría “como anillo al dedo” al extraditable, mientras ciertas actitudes del gobierno actual hacen presumir que el tema de la reelección parece ser más verdadera que irreal.

Queda claro también que todos estos hechos encierran más de una hipótesis, por ejemplo el "almuerzo de marras" demostraría que Agustín Mantilla tiene mayor poder que Jorge del Castillo o Mercedes Cabanillas al interior del verdadero partido del pueblo, hasta más de uno piensa que habría un cogobierno con el inquilino de Palacio.

Sin embargo la que queda muy mal, por más que, por orden de don Alan, los principales dirigentes apristas se presenten en Radioprogramas para respaldarla, es Mercedes Cabanillas, que sin duda pasa por una crisis tremendamente negativa, ¿La vieron con la "Chichi” Valenzuela donde fue por lana y salió trasquilada. ¿Como pues, doña Meche va defender a Israel Puicón tan cuestionado por sus andanzas del pasado?

Ya anteriormente habíamos advertido que si Alan no deslindaba todo vinculo con Mantilla (con hechos no con esas palabras que el viento simplemente se lleva) entonces las cosas pueden complicarse porque hay una verdad que nadie, a estas alturas, puede negar: Agustín Mantilla tiene una presencia mayor al interior del APRA de la que sus dirigentes quieren reconocer. Pruebas al canto, Bases partidarias le mantienen lealtad y rinden pleitesía permanentemente. Dirigentes y congresistas lo visitan constantemente. Se reúne con quien quiere y, aunque nadie lo sabe, puede hasta asegurar y complotar en nombre de este gobierno.

Agustín Mantilla es un poder al interior del APRA así sus dirigentes se nieguen a aceptarlo. La imagen registrada por “Caretas” es más que elocuente. Desprenderse de él será harto difícil para un partido con un pasado no del todo aclarado. Las interrogantes están a la orden del día. ¿Qué hacía Mantilla presidiendo la reunión con un futuro miembro del Tribunal Constitucional? ¿Qué se negociaba allí? ¿El ex ministro del Interior representaba al Apra, Meneses al fujimontesinismo? ¿Allí se decidió la elección de Ríos? ¿Porque se procedió a elegir el TC tan velozmente? Preguntas que podrán quedar sin interrogantes, pero que traerá cola, pues gracias a Mantilla el APRA puede salir manchada, algo que seguramente Alan García no lo tenía previsto.

Foto: Revista Caretas

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