martes, 26 de junio de 2007

OTRA COPA MÁS



Comienza la Copa América, Venezuela 2007, y nuevamente el país entero estará pendiente de lo que suceda en este magno evento que reunirá a las principales selecciones de esta parte del continente.

Para la gran mayoría de las selecciones esta será un prueba importante, previo a las eliminatorias, que es el verdadero objetivo de todos, que desean estar en la próxima copa del mundo Sudáfrica 2010.

Claro está que para las selecciones más poderosas estos campeonatos, por su supremacía en esta parte del continente, son mero trámite. Por ello equipos como Brasil acuden con equipos alternos para ir fogueando a sus futuros cracks.

Mientras que en esta parte del continente, los países "en conflicto" (Ecuador, Bolivia, Venezuela y Perú) luchan por combatir contra el atropello de la FIFA por vetar a la altura, como si ello fuera algo perjudicial, cuando el verdadero jugador de fútbol debe estar preparado para actuar en cualquier cancha del mundo, sea donde sea, pero claro como los intereses están a la orden del día que se puede esperar del ente del fútbol. Aunque, esperemos que esta descabellada pretensión sea dejada de lado.

Pero lo que interesa a nuestro país es ver nuevamente a nuestra selección en acción, pues nuestra sufrida afición todavía abriga la esperanza de que el equipo peruano realice una buena actuación que sirva de base para que nuestras ilusiones se mantengan latentes para poder tentar en las próximas eliminatorias un cupo mundialista.

Sin embargo, como ya es costumbre, nuestro equipo nacional no llega en tan buenas condiciones. Es que los dirigidos por Julio César Uribe han realizado un par de partidos que no han convencido a la afición en parte por algunos cuestionamientos tácticos ofrecidos por “el diamante” y teniendo un “chivo expiatorio” como es Andrés Mendoza al que el pueblo en conjunto no desea que figure en el equipo de todos, por su baja actuación con la camiseta nacional, pero al que Uribe sorprendentemente llama y deja de lado a Nolberto Solano, querido por esta afición que olvida que no es por su incuestionable calidad futbolística sino por su indisciplina y algunas actitudes para con la dirigencia.

Con respecto al primero, lamentablemente en los partidos en Madrid volvió a reeditar esa baja calidad y su mala suerte al vestir la camiseta nacional. Es un jugador que no debe estar en la selección, sobretodo que si vuelve a decepcionar con la camiseta nacional será su tumba ante una afición que no perdona.

Mientras que Solano es un jugador que tendría que estar con la selección, sin embargo los dirigentes no le perdonan algunas actitudes e indisciplinas. Pero, en verdad, la ausencia de buenos futbolistas obligan “a pasar por alto” todo esto y contar con lo mejor que tenemos.

Perú estará frente a Uruguay, Venezuela y Bolivia, un grupo aparentemente conveniente a nuestros intereses, sin embargo la gitanería que siempre lo lleva presente la selección augura cierta incertidumbre para un equipo no del todo bien formado y para colmo con un técnico impuesto por la dirigencia según sus propias conveniencias.

De los cracks llegados del extranjero, el más completo es Jefferson Farfán, por su gran evolución y el que menos anticuerpos genera. Lamentablemente nuestro equipo lleva la sombra de la indisciplina y las juergas. A ello habría que sumar los pocos partidos de preparación que han tenido, las fórmulas poco exitosas de Uribe y las poses de algunos cracks que llegan cuando quieren a un equipo que merece respeto.

Sin embargo todo queda de lado cuando en canchas venezolanos llegue “la hora de la verdad” y Perú tenga la oportunidad de demostrar su capacidad en el terreno de juego. Nuestra afición, masoquista para algunos, espera goles y buen fútbol. Quedarán de lado, las actitudes de Pizarro, los gritos por colocar a Solano, la desacreditada directiva de Burga y compañía y las actitudes de Uribe, todo ello será dejado de lado por nuestra afición si Perú responde como debe ser en esta Copa América. No pedimos cosas casi imposibles (como el título), pero si buenas actuaciones. A la afición no se le puede engañar. Ellos son los mejores estrategas y sabrán si al cuadro nacional luego de esta Copa merece aprobarla o no. Porque créanme aquí lo que se juega es mucho, la gitanería no es solo propia de los jugadores sino de la directiva que busca de algún "éxito" que les permita “lavarse la cara”, por ello sino camina esta selección seguramente irán a pedirle “perdón” a Oblitas para que se haga cargo del equipo. Porque en la gestión de Burga son capaces de todo con tal de permanecer en el puesto. Con todo, por nuestra afición esperemos que la blanquirroja nos haga sonreír esta vez. ¡Arriba Perú!.

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